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CÁMARA OCULTA
Columna
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Alex y Julia

A Alex Angulo le han concedido en San Sebastián el premio anual del cine vasco en una ceremonia sencilla aunque a teatro lleno, rodeado de amigos y admiradores. A Julia Roberts le han dado en el mismo festival el premio Donostia, cercada de paparazzi, guardaespaldas, supervisores y agentes artísticos: casi tanta gente en su entorno como en el público, aunque decir esto sea exagerado. Angulo es un eficaz actor de reparto que desde los años setenta ha repartido su talento entre el cine, el teatro y la televisión, casi siempre en papeles secundarios. La Roberts es una mujer atractiva pegada a una bella sonrisa, una de las estrellas más rentables de Hollywood aunque no siempre lo justifique la calidad de sus películas. Ganadora de un Oscar por su excelente Erin Brockovich, también debía de haberlo ganado por Pretty woman.

Ambos han significado en el festival la cara y la cruz del negocio del cine. A la Roberts se lo dan todo mascadito, protegida y mimada hasta grados que a veces rozaban lo ridículo, algo caprichosa y mandona, mientras que Angulo es un paisano que te encuentras por la calle, con aire de personaje anónimo que jamás ha roto un plato. Alex fue puntual al acto en que recibía su premio, mientras que la Roberts hizo esperar al público durante media hora. No se trata de restarle méritos a esta buena actriz, faltaría más, pero por un retraso algo mayor, Elizabeth Taylor fue insultada en este mismo festival. Otros tiempos.

La distancia entre cine rico y cine pobre, entre grandes estrellas y simples actores, entre el oropel y la auténtica sustancia se ha hecho evidente una vez más. Y no es que no haya actores españoles de vanidad insoportable. Querejeta comentaba en cierta ocasión que haciendo casting para una película con actores británicos, estos acudían disciplinadamente con el personaje aprendido, mientras que los intérpretes españoles se creían con derecho a improvisar sobre la marcha sin haber leído el guión. Es un tópico decir que los buenos cómicos suelen ser modestos. Pero la visita de Julia Roberts ha superado todo lo visto. Quizás porque la película que está promocionando dista mucho de ser buena, y hayan tenido que disimularlo con envoltorios de lujo. En cualquier caso me quedo con Alex Angulo aunque no tenga eso que llaman glamour.

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