El recorte de gasto de Gallardón alcanza a Exteriores

Ni un euro más en efectivo. El Ayuntamiento de Madrid deja de financiar directamente la "diplomacia pública" del Ministerio de Asuntos Exteriores, basada en centros culturales. La decisión ya es firme y más amplia de lo inicialmente previsto: al fin de la subvención municipal para Casa Árabe, Casa Asia y Casa Sefarad-Israel se suma también el cierre del grifo para la más veterana, Casa América. El concejal de Hacienda, Juan Bravo, plantea esta medida como una réplica "a la falta de lealtad institucional" del Gobierno central por impedirle refinanciar la deuda que ahoga al Consistorio (7.314 millones de euros). "Eso nos obliga a restringir nuestras obligaciones de gasto", justifica. Y Exteriores se lo toma como "una vendetta".

La medida se inscribe en la pugna financiera que mantienen el Gobierno central y el local y que ya tuvo un anticipo como el de la factura de la luz de la M-40 (1,3 millones). Que la pague el Ministerio de Fomento, ha dicho el Consistorio después de más de dos décadas de asumir el gasto. Ahora le toca el turno al ministerio de Miguel Ángel Moratinos, al que Bravo aún no ha informado oficialmente. Así que el año que viene, al suprimir la subvención directa, el Ayuntamiento se ahorrará 2,15 millones de euros (807.000 por Casa Asia, 450.000 por Sefarad-Israel, medio millón por la Árabe y 401.385 por la americana).

El Consistorio, que forma parte de los consorcios que han puesto en pie estas casas, corta el grifo del efectivo, pero mantiene la aportación en especie: la cesión gratuita del uso de los locales de propiedad municipal. Se trata de los palacios de Linares (sede de Casa América, en Cibeles, prestado por 75 años), el de Cañete (en la calle Mayor, 69, rehabilitado con 2,3 millones municipales para albergar próximamente la Casa Sefarad-Israel y cuya cesión se prevé por 30 años) y las escuelas Aguirre, la sede de Casa Árabe (en la calle de Alcalá, prestada por 30 años tras una rehabilitación de casi tres millones). El Ayuntamiento financia con 421.000 euros anuales el alquiler de Casa Asia en dos plantas del palacio de Miraflores (Carrera de San Jerónimo, 19) y 10 plazas de garaje para esta institución (15.600 euros). Según Bravo, estas aportaciones en especie equivalen a 3,3 millones de euros anuales. "Además, me tengo que gastar en alquileres de sedes que acogen los servicios que antes estaban, por ejemplo, en las escuelas Aguirre", añade el edil.

El Ayuntamiento admite que las casas son "un elemento interesante por su labor cultural", en palabras de Bravo. Exteriores las puso en pie con administraciones autonómicas y locales como "un soporte cultural para una diplomacia más social y abierta", según fuentes del ministerio. Esta línea, al socaire del V Centenario de la llegada de España al Nuevo Continente, se reforzó desde 2004. Concebidas como "ventanas de España hacia los continentes y de los continentes hacia España", Exteriores abrió luego las casas dedicadas a Asia (con la sede principal en Barcelona) el mundo árabe (en Madrid y Córdoba) e Israel. Fuera de Madrid creó la Casa Mediterráneo (Alicante) y Casa África (Las Palmas).

En Exteriores conocen la decisión del Ayuntamiento de forma extraoficial y se sienten cabeza de turco de una "venganza" por la decisión del Ejecutivo central de no abrir la mano ante los problemas financieros del Consistorio que preside Alberto Ruiz-Gallardón. Aún no se han planteado cómo paliarán el recorte, que se dejará sentir el año que viene. Sotto voce admiten que la decisión municipal puede suponer la "sentencia de muerte" para Casa Asia, impulsada en un principio desde Cataluña (en su consorcio figuran el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat y la Comunidad de Madrid, entre otros).