El campo ejidense
Dicen las gentes de aquí que cada vez que se habla de El Ejido en los medios de comunicación, es para hablar mal. Llevo viviendo aquí 17 años y la situación en los invernaderos apenas ha cambiado; alojamientos tercermundistas cuando los hay, salarios bajos y, en la mayoría de los casos, muy por debajo del convenio, cosa que ha empeorado con la crisis económica, y por si esto fuera poco, un volumen importante de trabajadores sin dar de alta y a otros dándoles solo unas pocas horas a la semana aun haciendo su jornada completa. También es cierto que, en muchos casos, esto ocurre con la complicidad del trabajador, que está cobrando el desempleo y trabajando en el invernadero, algo institucionalizado desde tiempos remotos, al igual que el fraude a Hacienda. Pero en los tiempos que corren es una verdadera vergüenza. Así, sin acabar con esta lacra es imposible construir una sociedad moderna, justa y solidaria.