El lado pudoroso del Hijo Predilecto de Móstoles
Iker Casillas Fernández, Don Iker, el santo, recibió ayer la insignia de Hijo Predilecto de su ciudad, Móstoles. El portero del Real Madrid y de la selección española, con la que fue campeón del mundo el pasado mes de julio, se mostró tímido y pudoroso ante los miles de vecinos que se arracimaron para vitorearle. El guardameta, mientras escuchaba gritos de "¡Guaaapo, guaaapo!", agradeció a sus paisanos la distinción y reveló que se sentía "extraño" al oírse a sí mismo su nombre ligado a unos campos deportivos de la localidad bautizados en su honor. Esteban Parro, alcalde de la ciudad (más de 200.000 habitantes), glosó el currículo deportivo del futbolista, de 29 años, y citó sus principales éxitos. También recalcó que la imagen de Casillas "es un espejo para los niños".
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