"El extremismo del Tea Party dará ventaja a Obama"

Bill Richardson, de 63 años y madre mexicana, debe de ser el único político que figura en el libro Guinness de los récords. Su mérito fue estrecharle la mano a 13.392 simpatizantes en ocho horas durante la campaña para ser gobernador por el Partido Demócrata de Nuevo México en 2002. Ganó y revalidó su mandato cuatro años más tarde con otro récord: obtuvo el 69% de los votos.

Richardson, uno de los líderes más destacados de la comunidad hispana de EE UU -fue embajador ante la ONU y secretario de Energía durante la presidencia de Bill Clinton-, se ha entrevistado en Madrid con políticos y empresarios españoles con el objeto de atraer inversiones para Nuevo México, sobre todo en el sector de las energías renovables.

"No me arrepiento de apoyar a Obama, pero me costó la amistad de Clinton" "Somos diferentes a Arizona. Nuestra política es integrar al inmigrante"

El gobernador ve ya cerca su retirada de la política, pero aún tiene tarea por delante como evitar una derrota demócrata en las elecciones legislativas de noviembre, ayudar a sacar adelante la reforma migratoria o decidir antes de fin de año si indulta o no a Billy el Niño, el legendario pistolero del lejano Oeste.

Pregunta. El movimiento extremista del Tea Party se ha apoderado de la derecha en EE UU. ¿Qué va a pasar en las elecciones?

Respuesta. El Tea Party va a radicalizar al Partido Republicano y eso nos dará ventaja a los demócratas y permitir la reelección de Obama en 2012. El Tea Party ha derrotado a candidatos republicanos moderados que podrían ganar como ha ocurrido en Delaware y ahora tenemos oportunidades en varios Estados. El Tea Party ha surgido principalmente por la débil economía de EE UU y la inmigración. Es una fuerza negativa aunque no creo que dure mucho.

P. Una derrota demócrata y la pérdida de la mayoría en la Cámara de Representantes y del Senado pondría las cosas muy difíciles al presidente Obama...

R. Hay que ver la experiencia del presidente Clinton cuando perdió la mayoría en el Congreso en 1994. En los dos años siguientes tuvo más éxitos legislativos que en el pasado. Creo que lo mismo le va a pasar a Obama. La gente va a querer más bipartidismo y se lo va a exigir al Partido Republicano, lo que no ha hecho en estos dos primeros años.

P. Pero hay diferencias con 1994. El Tea Party no tiene líder ni programa y las personalidades políticas de Clinton y Obama son muy diferentes.

R. Lo positivo es que el Partido Republicano no tiene un líder y es percibido por la gente solo por su bloqueo de las inciativas del presidente Obama, mientras que este retiene su popularidad. Tal vez sus políticas no son tan populares como su persona. Y eso es muy bueno para un presidente que quiere ser reelegido. Tiene la ventaja de contar con el apoyo de los jóvenes y de las minorías. Ha perdido un poco entre los votantes independientes, pero tiene más base popular que la tradicional del Partido Demócrata.

P. En 2008 sorprendió al mundo al apoyar la candidatura de Obama tras una larga relación con el matrimonio Clinton. ¿Se arrepiente?

R. No me arrepiento. Fue la decisión correcta. Vi en Obama a un político especial, con una visión, de inspiración. Me ha costado la amistad del presidente Clinton.

P. ¿Qué ha hecho Nuevo México para evitar el contagio xenófobo de Arizona?

R. Tenemos una política completamente diferente. La nuestra es integrar al inmigrante. Hemos aprobado dos leyes significativas. Una que concede permisos de conducir a los inmigrantes, lo que ha reducido accidentes de tráfico, ha aumentado los seguros y además nos permite saber donde están. También concedemos becas para hijos de inmigrantes.

P. ¿Cree que la reforma inmigratoria se aprobará en el primer mandato de Obama?

R. Espero que el año que viene, con una legislatura más biparatidista, la opinión pública demande al Congreso que apruebbe una reforma migratoria que tenga dos aspectos: más seguridad en la frontera y un plan de legalización de los inmigrantes con condiciones: que hablen inglés, que no tengan antecedentes delictivos y que paguen una multa por haber entrado ilegalmente en el país.

P. Hillary Clinton comparó recientemente la situación de violencia en México por el narcotráfico con la Colombia de los años ochenta. ¿Está de acuerdo?

R. No. Hay muchas diferencias. El presidente de México, Felipe Calderón, ha hecho una labor muy valiente contra la violencia pero aún hay problemas muy graves. Se necesita más cooperación entre EE UU y México, restringir el flujo de las armas de EE UU que entran en México y también más iniciativas económicas en la frontera para crear empleo.

P. En agosto estuvo en Cuba, ¿Ha observado alguna evolución en el régimen?

R. Sí, hay una una liberalización y su autor es el presidente Raúl Castro. Veo muy positivo el papel de España en la liberación de más de 50 presos políticos. La Administración de Obama está contemplando permitir más viajes de norteamericanos a la isla. He visto una evolución muy positiva en la relación entre EE UU y Cuba. Hay menos sospecha y más diálogo.