_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Ligeros de equipaje

Con Familystrip -la generosa, valiosísima y arriesgada entrega de un documento íntimo al ámbito de lo público-, Luis Miñarro abrió, de manera un tanto casual e impremeditada, su carrera como director. Por la proyección internacional de su catálogo, su capacidad de adaptación a las nuevas exigencias de los circuitos de distribución y exhibición y su compromiso con una insobornable ética autoral, Miñarro es, sin duda, el productor clave en los últimos años de este cine español que aún sigue, por regla general, obsesionado con sobreactuar y sacar pecho, sin reparar en que el arte de este nuevo milenio quizá esté felizmente condenado a ser ligero, instantáneo, exacto, visible y múltiple, tal y como predijo Italo Calvino. Tal y como demuestra, de manera ejemplar, el catálogo Miñarro y, ahora también, su pequeña filmografía como director de documentales.

BLOW HORN

Dirección: Lluís Miñarro.

Género: Documental. España, 2009.

Duración: 79 minutos.

Miñarro sigue con su cámara a unos budistas españoles en la India

Con un pretexto narrativo que enmarcaba el discurso y subrayaba su intención -la minuciosa creación de un retrato (un intento de congelar el tiempo), mientras los modelos desgranaban su memoria (deshaciendo, compartiendo las experiencias particulares de un matrimonio, concreción singular de las experiencias universales de toda una generación)-, Familystrip alcanzaba, sin forzar su dispositivo, lo que todo documental debería soñar como meta última: colocar al espectador en un lugar -no necesariamente geográfico- en el que nunca ha estado y capturar un momento (o un proceso) irrepetible. Blow Horn, su segunda película, se aplica de una manera más literal a la consecución de esos objetivos, pero alcanza unos resultados más opacos, quizá porque su propuesta exige que el espectador, en cierto sentido, se libere de equipajes e inercias de un modo similar a como lo hacen sus personajes.

En Blow Horn, la cámara de Miñarro sigue a un grupo de budistas practicantes españoles en su viaje al monasterio de Sherab Ling, en India, tras haber permanecido durante tres años y siete meses de retiro en una comunidad situada en un pueblo catalán. Miñarro cuenta este viaje partiendo de una estrategia formal muy cercana a la que empleó Martin Scorsese en Kundun (1997): convertir el Mandala en el fundamento estructural de la película. "Una vez construida una estructura cardinal, esta se disuelve en el océano de la vacuidad", escribe el cineasta en sus notas para la película. Blow Horn se convierte, así, en un documental que no busca ni entender, ni racionalizar la devoción, sino que se propone a sí mismo como ritual y estrategia de vaciado. Al mismo tiempo, no se lleva a autoen-gaños: la devoción sigue siendo un enigma -una experiencia subjetiva, indescifrable, resistente a ser racionalizada-, algo pudorosamente respetado por la cámara del documentalista, que se queda en el exterior cuando los viajeros llegan a la última estancia de su exigente viaje espiritual.

Monjes budistas en el documental <i>Blow Horn.</i>
Monjes budistas en el documental Blow Horn.
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_