La candidata del PP catalán se inventa una condena contra el Gobierno
La incomodidad a la hora de responder preguntas sobre la corrupción en su partido le jugó ayer una mala pasada a Alicia Sánchez-Camacho. Tratando de desviar el tiro, la candidata del PP en Cataluña aseguró en la cadena SER que el "Gobierno ha sido condenado en sentencia firme por cohecho y falsedad documental" por el conocido como caso Bono, a raíz de las detenciones que siguieron al intento de agresión al entonces ministro de Defensa. No hubo ninguna condena por cohecho. Tres policías -no el Gobierno- fueron castigados por detención ilegal y falsificación de documentos, lo que provocó la dimisión de Constantino Méndez, delegado del Ejecutivo en Madrid. Después fueron absueltos por el Tribunal Supremo. No podía haber condena por cohecho, puesto que eso supondría que los agentes fueron sobornados, algo que nadie planteó.
Minutos después, alertado por su equipo, Carles Francino le recordó a Sánchez-Camacho la sentencia absolutoria, y ella insistió: "Le agradezco que tenga un servicio tan eficaz, pero deben leerlo correctamente; el Supremo absolvió de responsabilidad a los policías, pero condenó, en sentencia firme porque no se recurrió, el cohecho y la denuncia por el expediente falsificado policialmente. Que lo comprueben".
De nuevo, Sánchez-Camacho se inventó esa condena de cohecho. Respecto a lo demás, el Supremo absolvió totalmente a los policías, los únicos que estaban condenados, y no pudo condenar al Gobierno porque tampoco lo había hecho la sentencia anterior. Sánchez-Camacho se inventó así esas supuestas condenas "en firme", que solo puede hacer el Supremo.
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