_
_
_
_
OPINIÓN
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La cuenta atrás

Aunque la legislatura no se agotará hasta el 1 de marzo de 2012, el nuevo curso político pone en marcha el mecanismo de su cuenta atrás, que podría incluso precipitar una disolución anticipada. El calendario de nueve meses entre septiembre de 2010 y junio de 2011 incluye cuatro citas diferentes de obligado cumplimiento que pondrán en jaque la capacidad del presidente del Gobierno para consumir su segundo cuatrienio: la huelga general del 29 de septiembre, las elecciones catalanas en noviembre, la negociación de los próximos Presupuestos Generales del Estado y los comicios municipales y autonómicos de régimen común en mayo del próximo año. Y esa lista no incluye por definición los eventuales conflictos de orden interior o internacional que pudieran añadirse a ese programa fijo de desafíos inevitables.

Comienza el nuevo curso con la perspectiva de huelga general, presupuestos, elecciones catalanas y municipales

En los tiempos de subvaloración optimista por Zapatero -querer es poder- de la profundidad y duración de la crisis económica iniciada en el verano de 2007, la irrestricta confianza puesta en la rápida salida española de la recesión y la correlativa recuperación inmediata de los puestos de trabajo sirvió al presidente del Gobierno de báculo milagroso para soportar impávidamente las primeras embestidas del paro y de las quiebras empresariales. El subjetivismo de comienzos de la legislatura y el desprecio hacia los agoreros ("¡cuidad de no confundir -exclamaba retóricamente Palmiro Togliatti en un Congreso de la Komintern- las notas del pesimismo con los acentos de la verdad!") tropezaría luego con la terca realidad de una economía globalizada y con las exigencias de una reducción del déficit presupuestario y de la deuda: la desconfianza de los mercados financieros internacionales hizo saltar todas las alarmas a comienzos de este año. La elevación de los impuestos y el recorte del gasto público, la reforma del mercado laboral y los preparativos para modificar el cálculo de las pensiones y la edad de jubilación han borrado los ensueños de una vuelta a la recuperación en 2010 y a la prosperidad en 2011 capaz de proporcionar a los socialistas una cómoda victoria electoral en 2012.

Probablemente el PSOE sólo podrá contar como mucho con una fatigosa y modesta mejoría de la situación económica de aquí al final de la legislatura. Además, el desarrollo de los acontecimientos en los próximos meses tal vez obligue a una disolución anticipada del Parlamento cuando la luz de la salida del túnel de la crisis ni siquiera se divise. Una excesiva aspereza de la huelga general o un marcado retroceso socialista en las elecciones catalanas, municipales y autonómicas pueden aconsejar a Zapatero un llamamiento adelantado a las urnas. Y la falta de apoyos parlamentarios en la negociación de los presupuestos para 2011 no le dejaría seguramente otra solución -bajo la amenaza de otra eventual acometida de los desconfiados mercados financieros- que poner fin a la legislatura.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_