No al comercio con focas
La Unión Europea ha anulado el veto al comercio con focas proveniente de Canadá, cuando este ya se había aprobado por los países miembros.
Está más que claro que la justicia europea pone los intereses políticos y económicos entre Europa y Canadá por encima de la protección de los animales y de los propios ciudadanos europeos, que estamos cada vez más sensibilizados con el sufrimiento de los animales que son maltratados sistemáticamente.
Afortunadamente, cada vez son más las personas que rechazan las pieles de estos animales y cualquier producto procedente de su matanza.
La masiva crueldad contra las focas no puede ser ignorada por la ley europea. El dolor y sufrimiento de estos animales es inaceptable y es impropio de países civilizados. La justicia europea tiene la obligación de escuchar la voz de sus ciudadanos y prohibir de una vez por todas la importación de esta masacre.
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