'Okupas' de lujo en el Raval

El discurso de un agente inmobiliario que quiera vender uno de los pisos de la finca ubicada en la esquina que forman la Ronda de Sant Pau y calle de las Flors, en el Raval, seguramente menciona estas ventajas: cinco plantas, 200 metros cuadrados por piso, chaflán completo, acabados de lujo y metro a una manzana. ¿El precio? Demasiado alto, al parecer. Tanto que en 18 años nadie ha querido comprarlo. Una soledad tan larga que terminó por convertir el edificio en carne de cañón para el movimiento okupa, que hace una semana lo invadió por segunda vez.

Según varios vecinos, unos 30 jóvenes tomaron la finca el pasado lunes día 23. Como no hay portal, usan como puerta una de las persianas de los locales comerciales ubicados en el primer piso. Para celebrar "la conquista del castillo", según recuerda un empleado de un hotel cercano, pusieron música hasta altas horas de la noche. Tanto que muchos huéspedes pidieron traslado de habitación, explica el recepcionista.

Aparte de este incidente, los vecinos no tienen quejas del comportamiento de los inquilinos. Tienen peores recuerdos de los anteriores, que fueron desalojados en la primavera por los Mossos d'Esquadra. "Montaban jaleo y no iban en condiciones", recuerda Ana, otra comerciante de la zona. La presencia de los nuevos okupas la confirman dos banderas reivindicativas. Una de ellas reza: "Gente sin casa, casas sin gente, ¿cómo se entiende?".

Fuentes del distrito de Ciutat Vella informaron de que, si bien en un principio el proyecto tuvo problemas con sus licencias ya que durante la construcción se encontraron restos de la muralla, desde 2001 la finca tiene los papeles en regla. La inmobiliaria Camats, por su parte, ha explicado que los pisos son muy caros para la zona. Los okupas no hablan con los medios, sin consultar antes a "la asamblea". Puede deducirse, sin embargo, que piensan quedarse en la finca de lujo por mucho tiempo. En los balcones airean las fundas de los nórdicos antes de que bajen más las temperaturas.