"Mientras tenga salud, vendré"

Julen Ordozgoiti, de 79 años, bilbaíno de pura cepa, "bautizado en la Iglesia de San Antón", lleva ya tantas Aste Nagusias que le cuesta recordar la primera. "Suelo decir que la última es siempre la mejor", explica poco antes de acudir al espectáculo de danzas vascas en la Plaza Nueva. Por la mañana, su espacio festivo favorito es el parque de Doña Casilda, donde disfruta con El Pipiribipipí y otras bilbaínadas de toda la vida que ya entonaban sus padres.

Casi todos los mayores interrogados responden "¿cuántos años me echas?" cuando se les pregunta por la edad. El periodista suele tirar por lo bajo para no empezar la entrevista con mal pie. Los hay que aprovechan la fiesta para hincarle el diente a esos churros que el médico les tienen prohibidos a lo largo del año o para llevar al nieto de la mano al Txikigune. "Mientras tenga salud seguiré viniendo", sentencia Antonio, 69 años, caminando con su señora por el Arenal. A unos metros, una mujer en silla de ruedas, empujada por su cuidadora, pasa de largo del recinto y se dirige a la Gran Vía. "No le gusta demasiado el ruido", dice la joven latinoamericana que se encarga de acompañarla.

El programa costará 13.000 euros, que pone el Ayuntamiento

El Ayuntamiento de Bilbao quiere que las fiestas sigan teniendo un espacio especial para la Tercera Edad. Mañana, jueves, cerca de 250 personas participarán en el tour específico organizado por las concejalías de Acción Social y Fiestas. La mayoría de ellos son usuarios del servicio de ayuda a domicilio, aunque también hay mayores residentes en viviendas comunitarias y residencias. En muchos casos, necesitan de ayuda para poder desenvolverse en la vida cotidiana, por lo que acudir solos a las fiestas no parece lo más fácil.

La concejal de Fiestas, Isabel Sánchez Robles, quiso agradecer ayer al área de Acción Social que asumiera los 13.000 euros que cuesta el programa. "BBK nos retiró el patrocinio. Si no fuera por ellos este acto hubiera desaparecido", resaltó.

La jornada arrancará a las 11 de la mañana. Un autocar pasará a buscar a los participantes para llevarles al Parque de Etxebarria, donde serán recibidos por un grupo de txistularis. A mediodía, será el turno de un espectáculo circense.

La mismísima Marijaia les recibirá poco después en el Frontón de La Esperanza, donde celebrarán una comida salpicada de bilbaínadas y trikitrixas. Por la tarde, habrá baile y asistirán a la sexta corrida de abono de la Plaza de Vista Alegre.