Una de héroes turcos

Una productora turca ha decidido llevar al cine el asalto del Ejército de Israel a la flotilla de ayuda humanitaria que se produjo el 31 de mayo cuando navegaba rumbo a Gaza. La cinta se titulará El Valle de Lobos: Palestina y está previsto que se estrene en Turquía el 5 de noviembre para exhibirse después en 81 países, incluido España. Es una obra de ficción, y ya se conocen algunas licencias poéticas que se ha tomado el guionista para contar un episodio que contribuyó a enfriar las relaciones entre Turquía e Israel, dos países que habían tenido lazos muy estrechos en una zona, la de Oriente Próximo, donde lo habitual es la gresca, la sospecha, los desafíos y amenazas y, finalmente, los conflictos y las guerras.

Durante el ataque de las fuerzas israelíes al Mavi Mármara murieron nueve activistas turcos. En la película, que arranca cuando el barco se aproxima a las orillas de Gaza, un comando especial del Ejército de Turquía toma la iniciativa y hace prisionero al comandante que está a cargo de la misión israelí. Esta innovación se aparta de los hechos tal como ocurrieron, pero contribuye al objetivo de la cinta: fortalecer el músculo patriótico. Para ello se ha elegido también a Polat Alemdar, un actor al que los jóvenes de su país consideran el James Bond turco.

Cambiar algunos detalles de la historia para hinchar el orgullo nacional es un viejo truco que se ha utilizado desde tiempos inmemoriales. Pero ha sido casi siempre un privilegio reservado a los vencedores, que no han dudado en magnificar sus gestas y en minimizar, o borrar, los éxitos de sus adversarios. Lo han hecho recurriendo a la épica: los indios de las películas de vaqueros suelen palidecer cuando aparece la caballería de los Estados Unidos.

En el caso de la flotilla humanitaria hay ahora mismo distintas comisiones, una de ellas de la ONU, que investigan lo que ocurrió para establecer las responsabilidades. Pero eso no va a impedir que una película turca construya el relato que más le conviene. Es lo novedoso en este mundo globalizado y de poderes emergentes. Diez millones de dólares de presupuesto (lo que allí es una superproducción), actores consagrados y un mensaje diáfano: esta vez, los héroes son los turcos.