Productividad y talento
Hablamos constantemente de la productividad, como herramienta de trabajo para medir nuestro desarrollo empresarial, pero seguimos sin responsabilizarnos del desarrollo de talento dentro de nuestras empresas.
Debemos meditar dónde están invertidos nuestros mayores capitales. Estos no son, ni más ni menos, que las personas que trabajan diariamente en nuestros proyectos y, al igual que la maquinaria necesita un mantenimiento, nuestros equipos también necesitan el cuidado necesario, para que sean capaces de cumplir sus objetivos.
En una nueva generación donde la figura de jefe desaparece, es importante aprender a ser un buen directivo, capaz de captar ese talento entre nuestros equipos y hacerles crecer profesionalmente. Así no solo conseguiremos una mayor implicación sino que llevaremos las empresas hacia nuevos horizontes de productividad.
La productividad no es más que la consecuencia del estado de nuestra maquinaria -los equipos- y la capacidad de los directivos para crear los procesos correspondientes a cada actividad.
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