Marcha contra la "imposición" de la selección

Hora y media antes del partido que suponía la vuelta al País Vasco de la selección española tras 22 años de ausencia, unas 2.000 personas se manifestaron por las calles de Vitoria para "reivindicar el derecho de Euskadi a tener selecciones propias". La marcha recorrió las calles de la ciudad, que estos días celebra sus fiestas patronales, sin incidentes y bajo el lema Contra la imposición, nosotros la nuestra. Euskal Herria, una nación, una selección.

Convocada la manifestación por Esait, plataforma que promueve la oficialidad de las selecciones vascas, se pudieron ver multitud de ikurriñas y alguna pancarta que reclamaba el acercamiento de los presos etarras a Euskadi y la independencia. "No estamos en contra de que juegue [aquí] España, pero creemos justa nuestra reivindicación de tener selecciones propias", subrayó el portavoz del colectivo, Martxel Toledo. Al final del recorrido, la presidenta de Esait, Itziar Arratibel, leyó un manifiesto en el que recalcó que la movilización "no es contra nada ni nadie".

Entre los manifestantes se encontraban dirigentes de la izquierda abertzale ilegalizada, como Aitor Bezares o Amparo Lasheras, y de EA, como Antxon Belakortu, el concejal de la formación en el Ayuntamiento de Vitoria. La marcha también estaba respaldada por Aralar y por sindicatos nacionalistas como ELA o LAB. El PNV no la secundó.

Mientras tanto, las inmediaciones del Buesa Arena se llenaban de aficionados ansiosos por ver al equipo de Sergio Scariolo. Algunos protagonizaron estampas casi olvidadas fuera y dentro del pabellón al portar banderas y bufandas españolas. Ikurriñas, enseñas catalanas, españolas (con toro) y asturianas se mezclaban en las gradas con naturalidad. Poco antes del encuentro se produjo otra escena casi olvidada: tras el lituano, el himno español sonó por la selección por primera vez desde 1988 ante las banderas de ambos países y la vasca. Este acto protocolario fue recibido con algunos pitidos y aplausos mayoritarios.