Las obras provocan inesperados atascos estivales en la calle de Alcalá

Si algo bueno tiene pasar el mes de agosto en Madrid, es el placer de encontrar sus calles semidesiertas, liberadas de atascos, poder circular fluidamente por la ciudad y, si hay suerte, hasta conseguir un sitio para aparcar cerca de casa. Superada la Operación Salida, las carreteras de acceso a Madrid no presentan problemas y las calzadas del centro se descongestionan salvo sorpresa de última hora como un accidente. O unas obras, como las de la calle de Alcalá a su paso por la plaza de la Independencia, que a las horas punta está provocando inesperados atascos.

La calle de Alcalá en sentido Cibeles cuenta desde el lunes con un carril menos entre Claudio Coello y la entrada a la glorieta de la Puerta de Alcalá. Las obras de Serrano, que llevan desde octubre levantando la acera desde María de Molina hasta la plaza de la Independencia, le han dado ahora un mordisco también a la calle de Alcalá.

En la bifurcación con O'Donnell la calle ocupa tres carriles que, tras pasar por el túnel, desembocan en la plaza de la Independencia, que a esa altura recoge también la circulación que viene de la calle de Lagasca. A la salida del túnel el tercer carril, el más próximo a la mediana, aparece con el asfalto levantado y una fila de vallas que impide el paso. Los tres carriles se reducen a dos y el tráfico se constriñe frente al color rojo del semáforo antes de entrar en la glorieta.

Heriberto, uno de los trabajadores que lleva desde el pasado lunes percutiendo la acera de la glorieta, se baja de la excavadora y enfundado en su casco blanco reflexiona: "Parece mentira que por 50 metros de obra se monten estos atascos", afirma. La medida supondrá la extensión de la isleta de la plaza hasta conectar con la mediana de la salida del túnel. El Ayuntamiento ha aprovechado los meses de verano para efectuar las obras previendo una menor intensidad de tráfico, pero entre las 8.00 y las 9.30 de los días laborables el tapón comienza desde la entrada al túnel. Las obras finalizarán el 13 de agosto, cuando se volverá a abrir el tercer carril.

Otro de los puntos conflictivos para el tráfico madrileño se encuentra en la calle de Mejía Lequerica. Las obras del antiguo mercado de Barceló mantendrán la calle cortada al tráfico hasta noviembre en el tramo comprendido entre las calles de San Mateo y Barceló.