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Rebajas en las fiestas

Rechazo al plan antibotellón

Los Ayuntamientos desoyen la petición de habilitar zonas para beber alcohol en fiestas que planteó la Delegación del Gobierno

F. Javier Barroso

Poco éxito ha tenido la propuesta de la delegada del Gobierno en Madrid, Amparo Valcarce, de crear zonas restringidas para consumir alcohol durante las fiestas patronales de los municipios. La mayoría de los Ayuntamientos ha desoído esta invitación gubernamental y ha preferido mantener los dispositivos de seguridad que venían aplicando desde hace tiempo. Tan solo Leganés, cuyos festejos comenzaron ayer y se prolongarán durante 10 días, prevé habilitar dos áreas en el centro del municipio que se adaptan a las peticiones de Valcarce.

La propuesta de la Delegación del Gobierno en Madrid pasaba por limitar a un solo lugar la posibilidad de beber, con el objetivo de evitar altercados como los de los festejos de Pozuelo de Alarcón de septiembre pasado. Allí se registró un enfrentamiento masivo entre la policía y decenas de jóvenes que acabó con 20 detenidos, 10 policías heridos y numerosos destrozos.

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En una carta enviada el pasado junio, Valcarce pedía a todos los municipios que limitaran el espacio donde se pudiera beber durante las fiestas y que aplicaran un plan de 14 puntos para regular el consumo en esos días. La propuesta recogía el establecimiento de un aforo máximo en el recinto donde se beba y de unos horarios de uso, además de la prohibición de hacer botellón a los menores de 16 años. El protocolo también planteaba la necesidad de contar con contenedores dentro del recinto, entre otros aspectos.

El plan de la Delegación del Gobierno también pide que haya efectivos policiales, sanitarios y de Protección Civil suficientes para garantizar la seguridad en estos recintos, así como designar los centros de salud y los hospitales de referencia en caso de que fuera necesario el traslado de personas. La vigilancia de todo el perímetro exterior correspondería a las Policías Locales.

Hasta el momento, los Ayuntamientos han hecho caso omiso a estas recomendaciones. Bastantes reconocen que el plan "no les seduce" porque supone una "injerencia en las competencias municipales". Además, recuerdan que hay muchas iniciativas de los Ayuntamientos destinadas a evitar que los jóvenes unan ocio y alcohol. A ello se suma que muchos Consistorios han concentrado en recintos feriales las celebraciones que hasta hace unos años estaban dispersas por diversos puntos de las localidades.

Las críticas hacia Valcarce también han arreciado desde la Federación Madrileña de Municipios (FMM), un organismo que incluye a todos los Ayuntamientos de la región. Su presidente, el alcalde de Alcalá de Henares, Bartolomé González (PP), rechaza de plano la propuesta de la delegada del Gobierno. "No la secundo. Creo que mi opinión también la comparten muchos alcaldes. Es una frivolidad. No me parece adecuado habilitar espacios con el único fin de que los jóvenes beban. Además, durante las fiestas hay recintos feriales donde los jóvenes comparten espacios con personas de otras edades y donde se celebran estas actividades", recordó el regidor.Hasta ahora, solo Leganés (186.000 habitantes), dentro de los grandes municipios, ha apostado por seguir las recomendaciones de la Delegación del Gobierno. El próximo lunes está previsto que el alcalde leganense, Rafael Gómez Montoya (PSOE), presida la junta local de seguridad para aprobar los planes de actuación en los festejos. Uno será para los encierros, que se celebrarán del 16 al 18 de agosto. El segundo englobará las dos zonas de botellón que propondrá el municipio. Estarán en la plaza Mayor y en la plaza de España, ambas en el centro de la localidad. "Son dos zonas que están muy bien delimitadas por las calles y en las que puede haber un control por parte de la policía", reconoció ayer el regidor.

Para que la propuesta surta efecto es necesario que el alcalde publique un decreto en el que se autoriza que los vecinos puedan consumir bebidas alcohólicas en determinados puntos de la localidad durante las fiestas. Eso también ocurrirá el próximo lunes. "Será en esa reunión de la junta cuando veamos con qué dispositivos policiales y sanitarios tenemos que contar para atender a todas las personas que vayan. También redactaremos planes de evacuación y los horarios, de forma que no se moleste a los vecinos", destacó Gómez Montoya. El Ayuntamiento está estudiando si coloca carteles informativos en las entradas de las plazas para informar a los ciudadanos. "Tenemos el recinto ferial, que es un lugar que tiene un gran tirón entre la gente, pero es más difícil de controlar porque no tiene límites tan definidos como los de las dos plazas", añade el regidor leganense.

En cambio, otros muchos alcaldes discrepan de las razones que esgrime tanto la Delegación del Gobierno como el Ayuntamiento de Leganés. De hecho, algunos municipios acaban de celebrar sus festejos y no han tenido que acotar una zona de forma específica para permitir que los jóvenes consuman alcohol en la vía pública. Es el caso de Collado-Villalba (55.000 habitantes). En este municipio los jóvenes se reúnen de manera tradicional en el parque que hay junto al ambulatorio hasta las tres o las cuatro de la madrugada. No se produce ningún altercado, por norma general, y los policías municipales sólo se pasan de vez en cuando para controlar. "Eso sí, al final de la noche, queda hecho un erial con tantas botellas y vasos tirados por el suelo", reconoce un mando de la Policía Local.

Los que no están dispuestos a tomar medidas de acotar espacios son los municipios que cuentan con grandes recintos feriales, como ocurre en Fuenlabrada, Móstoles y Las Rozas -la primera gobernada por el PSOE y las otras dos por el PP-. Fuentes de estos Ayuntamientos recuerdan que sus vecinos vienen disfrutando desde hace años de estas diversiones y que no es necesario hacer un despliegue especial, como el que postula Valcarce. "Tenemos cámaras de seguridad y vigilantes privados que controlan todo lo que ocurre en el recinto ferial. Estos dispositivos de seguridad se habían adoptado antes incluso de los disturbios que hubo en Pozuelo de Alarcón", recuerdan responsables de Móstoles. "Hay mucha presencia policial y nunca hemos tenido problema por hacerlo en el recinto ferial. El cuartel de la Guardia Civil, que es uno de los más grandes de la región, está muy cerca y contamos con sanitarios municipales para todo lo que pueda ocurrir. No tenemos por qué experimentar con nuevas fórmulas", añaden desde Las Rozas. "Cuando nos llegó la propuesta, la estudiamos, pero nos dimos cuenta de que montar un botellódromo podría ser más perjudicial", concluyen fuentes fuenlabreñas.

Más críticos han sido incluso en el municipio de Rivas-Vaciamadrid (11.800 habitantes), con gobierno de IU. "No estamos por la labor, porque tenemos planes de choque para acabar con ese tipo de ocio juvenil, con el que no estamos de acuerdo", afirmaron fuentes municipales.

La Unión de Jefes de Policía Local (Unijepol), una organización que engloba a gran parte de los mandos policiales, criticó la propuesta de Valcarce, porque en su opinión invade competencias municipales y que no es preceptiva la redacción de un plan de seguridad para estas zonas. "Planteamientos como la creación de botellódromos son muy discutibles y en ningún caso deberían generalizarse. Este tipo de medidas deben valorarse localmente", afirman responsables de Unijepol.

Botellón en un parque junto al ambulatorio de Collado Villalba.
Botellón en un parque junto al ambulatorio de Collado Villalba.SANTI BURGOS / SAMUEL SÁNCHEZ

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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