Hígados de barras
En un futuro próximo, ante la falta de órganos vitales para realizar trasplantes, una compañía privada facilitará, previo contrato, la víscera necesaria, fabricada en serie. Si el cliente no efectúa el pago mensual, un empleado de la empresa buscará al ex enfermo, le rebanará la carne y se volverá a la oficina con el producto. Como se ve, las terroríficas elucubraciones sobre el tema desarrolladas en los años setenta por Michael Crichton en Coma (novela y película) han quedado anticuadas. Ahora los hígados tienen códigos de barras. Hablamos de Repo men, interesante debut del hasta ahora realizador de videoclips y dibujante de storyboards Miguel Sapochnik, basado en una novela de Eric García. Un gran planteamiento, centrado en un sicario recuperador de órganos con la desgracia de pasar de trabajador a cliente de la compañía.
REPO MEN
Dirección: Miguel Sapochnik.
Intérpretes: Jude Law, Forest
Whitaker, Liev Schreiber, Alice Braga. Género: ciencia-ficción. EE UU, 2010. Duración: 111 minutos.
A pesar de algunas hipérboles relacionadas con el aguante físico del ser humano y de que la visualización de la acción (salvo en la escena cumbre) es demasiado convencional, Sapochnik articula bien su propuesta hasta su desolador final, trasladando de forma notable a las esencias de la ciencia-ficción aspectos tristemente actuales como el penoso sistema sanitario estadounidense o la recesión de la economía. La crisis mundial, los organismos reguladores y los conflictos bélicos (Estados Unidos está en la sexta fase de una guerra con Nigeria) siguen estando ahí. También las barbacoas familiares. El mundo continúa siendo el mundo, pero resulta más espeluznante. Es la época de los corazones que acumulan intereses con cada latido. Quizá esté cerca.
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