La Xunta para unas obras tras arrasar un bosque con especies amenazadas

La Consellería de Medio Ambiente ha paralizado las obras de la ampliación de la PO-255 entre Pontecaldelas-A Lama para estudiar así, "una alternativa que minimice el impacto de las obras". La paralización llega después de que las excavadoras y operarios hayan practicado destierres en la misma zona en la que se tenía constancia desde mayo de la existencia de una especie protegida, la salamandra rabilarga; así como de un conjunto de árboles que, según cálculos de los vecinos, podrían ascender a los 22.000 ejemplares, 1.000 de ellos autóctonos.

Fueron los ecologistas y vecinos afectados quienes alertaron sobre los daños que iba a provocar la obra, cuya aprobación no requiere un estudio de impacto ambiental por ser su trazado inferior a los 10 kilómetros. La consellería dirigida por Agustín Hernández se ha negado a aclarar a este periódico si antes de iniciar los trabajos había realizado algún otro tipo de evaluación ambiental que adelantase el impacto del proyecto.

Además de la salamandra rabilarga, los vecinos han detectado en la zona ejemplares de Dryopteris guanchica, una variedad de helecho clasificada como vulnerable en el Catálogo de Especies Amenazadas. La Asociación para a Defensa Ecoloxíca de Galiza (Adega) no descarta además la existencia de bufos reales, otra variedad con la misma catalogación y cuyo hábitat se considera, por lo tanto, como "área prioritaria de conservación".

Mientras tanto, y a pesar de que las obras llevan detenidas una semana según los ecologistas, los vecinos afectados denuncian que algunos madereros aprovechan el estado de los terrenos expropiados desde enero para continuar con la tala incontrolada de robles y castaños. En algunas propiedades incluso se han tirado muros de piedra para aprovechar así el material.

Las obras de ampliación de la PO-255 ya habían saltado a los periódicos a principios de mes, cuando algunos vecinos denunciaron las incorreciones del proceso de expropiación. Esperanza González, una de las afectadas y propietaria de los terrenos desde hace décadas, presentó hace semanas un recurso en el Tribunal de Xustiza de Galicia. A la espera de que éste se pronuncie, la propietaria se mantiene alerta del avance de unas obras que, comenta, "destruirían un espacio único".