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Análisis:ANÁLISIS
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Población menguante, matrícula creciente

El tema de la caída sostenida de la demanda universitaria hasta el curso 2008-2009 ha tenido una manifiesta base demográfica: ingresaban en la Universidad estudiantes procedentes de las reducidas bolsas demográficas de finales de los ochenta y principios de los noventa.

Sin embargo, en la actual situación económica y social española, el factor demográfico, tan determinante desde la perspectiva socioeconómica (actividad, paro, pensiones, dependencia), solo tiene un papel relativo para explicar la demanda universitaria futura.

A pesar de que las cohortes de españoles de 18 y 19 años seguirán reduciendo sus efectivos hasta 2014 o 2015, el curso pasado (2009-2010) los alumnos recién llegados a la Universidad crecieron casi un 12% respecto al curso anterior, y se prevé que este curso volverán a aumentar. ¿Por qué esta aparente paradoja entre una demografía menguante y una demanda universitaria creciente? La clave explicativa está en los factores no demográficos que intervienen en la ecuación de la demanda futura de estudios superiores.

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El primer y más importante factor es el económico: las altas tasas de paro juveniles actuales, las escasas expectativas laborales y la menguante demanda de mano de obra son la principal causa que explica el hecho de que la demanda de estudios universitarios sea creciente.

El segundo factor es el laboral. La tasa de paro entre titulados universitarios es, incluso en años de crisis económica, poco menos que la mitad de la de los que cuentan solamente con estudios secundarios o primarios. Es lo que los economistas definen como "rentabilidad privada de los estudios universitarios"

El tercer factor es el académico-institucional. La ampliación de la enseñanza obligatoria hasta los 16 años aproxima a esta a la educación universitaria. El constante incremento de inversiones públicas para educación superior y la creación de universidades ha contribuido a convertir a la enseñanza superior en un servicio de semiproximidad y ha democratizado su acceso. Ligado a este factor, la incorporación plena de nuestro país al Espacio Europeo de Educación Superior ha favorecido la demanda universitaria, al haber contribuido a la simplificación del mapa de titulaciones y a la aparición de algunas de nuevo cuño, compartiendo todas ellas el objetivo de la empleabilidad.

A estos factores se añaden otros como la importancia creciente de la "inmigración extranjera": de forma cada vez más decidida empiezan a acceder a nuestras universidades los hijos de ésta, la "demanda extrageneracional": al peso creciente de universitarios que ingresan por la vía de "mayores de 25 años" se suma la nada anecdótica demanda de senior en la llamada universidad de la experiencia y el factor Erasmus: España, o cabe decir la marca España, que ha convertido al nuestro en el país de Europa que más alumnos de este programa acoge.

Considero que lo peor de la caída de la demanda universitaria ha pasado y en los próximos años la tendencia al incremento en el número de enseñanza superior será un hecho, tanto como consecuencia de la actual situación económica, factor principal, como de los coadyuvantes factores extrademográficos apuntados.

Pedro Reques es catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Cantabria.

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