_
_
_
_

Los Mossos investigan a mandos de los bomberos por la tragedia de Horta

Las pesquisas rastrean un posible delito contra la salud de los trabajadores

La investigación policial sobre el incendio de Horta de Sant Joan (Terra Alta) en el que fallecieron cinco bomberos estrecha el cerco en torno a los mandos de este cuerpo que dirigieron las labores de extinción. La división de los Mossos d'Esquadra que actúa como policía judicial de la investigación instruida por la juez de Gandesa solicitó hace unas semanas ampliar las pesquisas para esclarecer las circunstancias en que murieron los bomberos. Las posteriores ampliaciones de esa investigación se centran en recabar datos sobre la actuación de varios mandos durante las tareas de extinción, principalmente del jefe de guardia, Carles Font, y el responsable de los medios aéreos, Bienvenido Aguado.

La policía judicial recopila datos sobre los jefes de guardia y de medios aéreos

Las pesquisas rastrean la gestión del operativo para determinar si se incurrió en un posible delito contra la salud de los trabajadores, según fuentes judiciales. Los fallecidos formaban parte de un retén del GRAF destinado en la primera línea del fuego de Horta. Cinco personas murieron y otras 25 quedaron atrapadas por las llamas después de que el incendio se reavivara en un lapso de más de dos horas durante las cuales no se pudo localizar al responsable del operativo, Carles Font.

Los Mossos d'Esquadra reclamaron y obtuvieron de la juez la información que registraron los postes repetidores sobre el teléfono móvil de Font para determinar su ubicación durante el día de los hechos, datos sobre la función que la dirección de bomberos le atribuyó durante esa extinción y detalles sobre la dependencia jerárquica de los miembros del GRAF respecto a los mandos.

El informe de los bomberos sobre el suceso concluyó que este se debió a causas "imprevisibles e inevitables" y destacó que los miembros del GRAF en general, y en concreto el retén cercado por el fuego, gozaban de autonomía para decidir por sí solos si retirarse o permanecer en la zona.

Los Mossos también recabaron información sobre la gestión de los medios aéreos, que dejaron de trabajar unas tres horas antes de la tragedia, sin que esa decisión se notificara a los efectivos desplegados sobre el terreno. Los agentes reclamaron a la juez que el Departamento de Interior aportara detalles sobre el órgano de coordinación de estos medios aéreos y la hora exacta en la que se ordenó el cese de los vuelos, y que Bomberos especificara qué mando dio esa orden. Por último, solicitaron al juzgado copia de varias declaraciones judiciales, entre ellas las del único bombero del retén que sobrevivió al suceso, Josep Pallàs. En ellas, el bombero hace hincapié en la falta de información que sufrieron los GRAF respecto a la evolución del incendio y señala que las víctimas habrían abandonado la zona si desde el centro de mando se les hubiera transmitido esa orden, detallan fuentes próximas al caso.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El juzgado concedió estos requerimientos policiales de forma inmediata y en los meses siguientes recabó nuevas informaciones relacionadas con la posible responsabilidad de los mandos de los bomberos en la tragedia. Estas desembocaron en una providencia fechada el pasado 7 de mayo en que la magistrada remite a los Mossos la totalidad de los documentos que Interior ha aportado sobre la operación de los bomberos a lo largo de 10 meses de instrucción. También declaraciones judiciales de miembros del cuerpo que atribuyen a Font las competencias para ordenar la evacuación de los fallecidos. En paralelo y solo cuatro días después, el 11 de mayo, la magistrada dictó el secreto parcial del sumario para "garantizar la eficacia" de la investigación policial.Fuentes próximas al caso vinculan este secreto parcial de sumario a pesquisas concretas para determinar el paradero y las labores realizadas por los mandos de los bomberos durante el suceso mortal. La fiscalía, que tiene acceso a la parte reservada de la causa, ni confirmó ni desmintió a este diario tal extremo. En el escrito en que la juez envía toda la información sobre los mandos de los bomberos a la policía, redactado una semana antes de que decretara secretas las actuaciones, ruega a los Mossos que realicen un estudio "exhaustivo" de la información, aunque ello suponga paralizar el resto de las investigaciones. "Interrumpiendo asimismo el atestado policial referido al incendio forestal", precisa la magistrada.

La juez también trata de esclarecer si los fallecidos disponían de la formación y los medios necesarios para hacer frente al incendio. La magistrada ha solicitado a Interior la relación de los cursos de formación y prevención de riesgos laborales que recibieron las víctimas de Horta. En los cerca de 45 interrogatorios practicados, la juez insiste en formular preguntas relativas equipamiento y medios de que dispusieron los fallecidos.

La deriva de esta causa guarda cierto paralelismo con la del incendio de Guadalajara de 2005 en que murieron 11 personas. La juez de Sigüenza imputó por ello un delito contra la salud de los trabajadores a 16 técnicos y cargos de la Junta de Castilla-La Mancha -finalmente absueltos- por "la falta de medios y ausencia de formación del personal".

Font: "No podían dejar perder la faena"

El papel del jefe de guardia del operativo de Horta, Carles Font, se halla en el punto de mira de la juez de Gandesa que instruye la causa. Por ello se prevé que la declaración de Font sea de las últimas que programe la magistrada, que pretende contrastar los detalles del suceso con otros testigos para luego confrontarlos con la versión de este mando, señalan fuentes judiciales.

Entre esos detalles constan explicaciones que algunos interrogados atribuyen a Font. "Le comenté que en otras ocasiones se habían retirado los efectivos", declaró ante la juez A. Martín, bombero con 26 años de servicio que el pasado abril pidió a Font que le esclareciera por qué los GRAF trabajaron durante horas en una zona aislada y amenazada si se reavivaba el fuego. "Le pregunté por qué en esa ocasión no se hizo [ordenar la evacuación]", prosigue. "Que se quemara el terreno y cuando [los GRAF] pudieran volver a entrar, se entraba y punto. Y le dije que esta decisión deben tomarla los mandos", subraya.

"Era un momento en que no podía retirar todos los mandos", respondió Font. "Habían hablado con el GRAF de Lleida y el de Barcelona [el retén del que fallecieron cinco bomberos y el que sobrevivió porque las llamas se desviaron, respectivamente] de que la faena que habían hecho en toda la mañana

[remojar y asegurar la zona] no podían dejarla perder en 10 minutos", concluyó Font, según la declaración de Martín.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_