La mayor estrella nunca descubierta es como 300 soles
El astro, a 165.000 años luz, rompe todas las previsiones de los astrónomos
En una galaxia vecina a nuestra Vía Láctea, unos astrónomos han descubierto una estrella tan masiva que ellos mismos la definen como "monstruo". Es 10 millones de veces más luminosa que el Sol y su masa equivale a 300 soles, es decir, el doble de lo que se estimaba hasta ahora como límite máximo de una estrella.
"Nuestro hallazgo apoya la hipótesis de que debe haber un límite máximo de una estrella, pero lo eleva en un factor dos", ha comentado uno de los astrónomos del equipo, Olivier Schnurr (Instituto de Astrofísica de Postdam, Alemania). Y añade que el monstruo es tan raro que "es poco probable que se bata pronto este récord". R136a1, como se llama la superestrella, está a unos 165.000 años luz de distancia de la Tierra, en la nebulosa Tarántula, de la Gran Nube de Magallanes, vecina de la nuestra, según informa el Observatorio Europeo Austral (ESO), con cuyo conjunto de grandes telescopios VLT (en Chile), se ha hecho el descubrimiento.
Paul Crowther (Universidad de Sheffield, Reino Unido) y sus colegas decidieron escudriñar en el cielo dos zonas muy densas, llenas de estrellas jóvenes: una situada en esa nebulosa Tarántula y otra (NGC3603) mucho más cercana, a 22.000 años luz de distancia. Encontraron cosas interesantes, como varios astros cuya temperatura superficial supera los 40.000 grados centígrados, es decir, más de siete veces más calientes que el Sol, y mucho más brillantes. Así dieron con R136a1, que ahora se presenta en la revista británica Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. En ese grupo estelar hay unas 100.000 estrellas, pero solo cuatro cuentan con una masa inicial superior a 150 veces la solar.
En realidad, la estrella de récord no tiene ya 300 masas solares, sino unas 265, pero cuando nació debió ser hasta 320 veces más masiva que el Sol. "A diferencia de los humanos, estas estrellas nacen muy pesadas y adelgazan con la edad", dice Crowther. "Con poco más de un millón de años, R136a1 está en la mitad de su vida y ha sufrido un intenso programa de adelgazamiento, expulsando una quinta parte de su masa inicial". Los astros muy masivos viven rápido y mueren pronto. El Sol, sin embargo, nació hace unos 4.500 millones de años y le quedan otros tantos antes de agotarse.
Los científicos no saben cómo se formó un monstruo como R136a1, porque, según sus teorías, pudo nacer así de masiva o ser producto de la fusión de astros menores. No solo es rara su propia existencia, sino que también puede que lo sea su muerte. Las estrellas muy masivas, cuando han agotado el hidrógeno que alimenta el reactor nuclear de su interior, explotan en forma de supernova, un fenómeno extraluminoso que dispersa por el espacio gran parte de su materia; en lugar del astro queda un remanente superdenso que puede ser una estrella de neutrones o incluso un agujero negro.
Pero un astro gigantesco, como el ahora descubierto, podría generar una supernova excepcionalmente brillante, en la que se dispersase completamente sin dejar rastro.
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