La BBK destinará 900 millones este ejercicio para reflotar Cajasur
La entidad andaluza tardará tres años en obtener resultados positivos
La BBK, la entidad más solvente de España, no cree en las fusiones paritarias y está convencida de que necesita crecer para tener un papel relevante en el sistema. Por eso, y porque está cansada de dos fracasos (Caja Castilla La Mancha y Caja Mediterráneo), la BBK se lanzó a la compra de Cajasur. El precio es asumir el riesgo que supone hacerse con una entidad andaluza forrada de ladrillos y suelo sin construir.
La aventura le exigirá poner algo más de 600 millones en capital (tiene 2.700 millones de excedente) y alrededor de 300 millones más como nuevas provisiones. Además, la BBK contará con una ayuda de 392 millones que ha pedido al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en forma de un esquema de protección de activos en los cuales el fondo estatal asume el 90% de la morosidad y la caja, el otro 10%. Con este dinero, y con los 740 millones de provisiones que ya tiene dotadas Cajasur, hará frente a los activos dañados, que podrían sumar 1.200 millones.
El primer ejecutivo y el responsable de la red serán dos ex directivos del BBVA
La BBK ha calculado que Cajasur perderá unos seis millones este año (frente a los casi 600 millones de números rojos de 2009), para luego cerrar en equilibrio en 2011 y lograr números negros a partir de 2012. Para 2013 esperan alcanzar unos 80 millones de beneficio.
El comprador no quiere realizar un desembarco numeroso de directivos en Córdoba. Su intención es fichar dos ex directivos del BBVA como primer ejecutivo y otro como responsable de red. Además, la dirección de riesgos, la financiera y la de recursos humanos se llevarán desde Bilbao. Todo lo demás, tendrá autonomía andaluza, como hace en otras regiones donde se ha expandido la BBK, como en Madrid.
Los sindicatos consideran que podría reducirse la plantilla en unos 900 empleados sobre los más de 3.000 actuales. La entidad quiere detectar el talento de los empleados antes de decidir las reducciones, aunque tiene claro que hay demasiados trabajadores por oficina (unos 4,5), que es lo que habrá que reducir. La informática es otro de los temas clave para relanzar la entidad y esperan que esté implantada para septiembre de 2011.
Cajasur pasará a ser un banco, BBK Bank, que incluirá a las 31 oficinas de la caja en Andalucía. La caja cordobesa se extinguirá como entidad financiera, aunque seguirá como marca comercial, ya que también la ha comprado la BBK.
La extinción de Cajasur supone que el comprador no tiene compromisos del pasado. Esto afecta a la obra social, que se llevará por una nueva fundación que se compondrá de personalidades que representen a la sociedad cordobesa. Fuentes de la BBK aseguran que no tienen ningún compromiso con el cabildo de Córdoba, pese a que Unicaja, en el primer intento de fusión, firmó la entrega de seis millones anuales a esta institución religiosa. La BBK tiene claro que realizará obra social, pero no quiere ceder a terceros la gestión del patrimonio.
La operación podría estar cerrada el 30 de septiembre, según fuentes de la Administración, aunque en la propia caja se apunta al 31 de octubre como fecha más factible. El martes próximo, José Antonio Griñán y Mario Fernández, presidente de la Junta de Andalucía y la BBK, respectivamente, contarán a los medios los planes de la BBK en Cajasur. Responsables de la BBK, entre ellos el director general, Ignacio Sánchez Asiaín, han mantenido contactos con empleados de la BBK en Andalucía y con los de Cajasur. Jefes de zona, regionales y el resto de los ejecutivos, han sido informados de los planes para la entidad.
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