"El Péndulo' siempre dio problemas"

"El Péndulo dio problemas desde el principio", aseguró ayer Joaquín Barón, ex mecánico del Tibidabo. Barón trabajó durante tres años en las instalaciones del parque a través de la subcontratata Copisa, que se encargaba del mantenimiento hasta hace unos meses, cuando pasó a manos de la compañía SPIE Ibérica de Mantenimiento y Montaje.

Barón denunció ayer que el eje que une el brazo mecánico con el mástil se rompió en junio de 2007. "Lo adecuado hubiese sido desmontarlo, pero lo repararon en el mismo sitio", lamentó ayer en declaraciones a RAC-1. "El Péndulo estuvo apunto de caerse", añadió.

El Ayuntamiento de Barcelona admitió ayer que la atracción sufrió una avería que obligó a cerrarla varios días, pero negó que se tratase de la rotura del eje y que estuviese a punto de desplomarse. "Se trató de una avería en el disco de freno, que está ubicado en el mismo sitio", explicó una portavoz municipal. La única consecuencia, continuó, es que la atracción tardaba más tiempo en frenar.

Barón denunció también ayer que los primeros meses en los que se puso en marcha El Péndulo los tornillos "se aflojaban", lo que supuso unos controles semanales más exhaustivos. "Esa máquina está mal calculada desde los cimientos, desde el primer tornillo hasta el último", concluyó en declaraciones a EL PAÍS. El Ayuntamiento insistió en que la atracción no da más problemas que cualquier otra del parque.

El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, reconoció ayer en rueda de prensa que algo en los abundantes controles diarios, semanales, mensuales y anuales, no funcionó correctamente y ocasionó que una joven de 14 años, Andrea Blanco, muriese el sábado cuando se desplomó la instalación, y otras dos adolescentes resultaran heridas. Una de ellas continúa ingresada en el hospital Vall d'Hebron, con pronóstico grave, aunque no se teme por su vida. El cuarto menor que viajaba en la góndola pudo salir de la atracción por su propio pie.

Hereu asumió la responsabilidad del Ayuntamiento en el accidente, puesto que es el propietario del parque, y se comprometió a "esclarecer todas y cada una de las causas que han llevado a la tragedia".

Para ello ha abierto una investigación interna del propio parque, que se suma a la que está llevando a cabo el juzgado de instrucción número 2 de Barcelona. Además, el Ayuntamiento ha pedido al Colegio de Ingenieros una auditoría que compruebe si todos los protocolos de seguridad, que se utilizan en el parque, se han cumplido debidamente.

El Consistorio sostiene que todavía no se pueden saber las causas que originaron el desplome de la atracción, que cedió por la base. Las fotografías muestran los tornillos que unen el mástil de la atracción con los cimientos rotos por la base. Las primeras hipótesis apuntan a un deficiente sistema de anclaje, que no habría podido sostener los 38 metros del poste, más los 25 del brazo articulado.

La misma atracción estrella del Tibidabo forma parte también de un parque en la localidad de Brighton (Reino Unido). Esta, a diferencia de la versión catalana, cuenta con unos anclajes metálicos que unen la base con el mástil. "La de Brighton es móvil, por eso los tiene", justificó ayer un portavoz municipal.El mismo día del accidente, varios trabajadores del parque alertaron de que la atracción hacia un ruido extraño. El aviso fue tres horas y media antes de que se desplomase y los técnicos concluyeron en 10 minutos que no ocurría nada. Uno de los indicios que les llevó a esa conclusión se basa en que el ruido les era familiar. "Había aparecido también en momentos anteriores", según admitió la presidenta del parque y concejal del Sant Gervasi-Sarrià, Sara Jaurrieta.

A primera hora del martes, el informe de Spie Ibérica de Mantenimiento y Montaje dio el ok a los 13 puntos que revisan por protocolo. Entre ellos, la comprobación de las fijaciones del brazo, de la estructura central y de la base.

Su segundo informe después de que los trabajadores les alertasen dice: "el ruido que se aprecia en la parte alta de la instalación les es familiar, dado que ya ha aparecido en anteriores ocasiones. Después de hacer funcionar en vacío la instalación, se informa al coordinador del parque de que a pesar de este ruido la instalación funciona correctamente".

El Ayuntamiento asegura que la empresa de mantenimiento es la que decide en estas situaciones que la atracción siga funcionando. Solo en caso de que se aprecie una avería, la dirección del parque toma cartas en el asunto.

Spie Ibérica de Mantenimiento y Montaje negó ayer en un comunicado haber procedido de manera negligente e insistió en que cumplía "escrupulosamente y de manera rigurosa" con las tareas de control de las instalaciones. La empresa apuntó, además, que no se encarga de las revisiones estructurales.

En el caso de El Péndulo, el último certificado anual, fechado el 9 de junio, lo realizó la compañía Atisae. La empresa declinó hablar con este periódico, igual que el fabricante de la atracción, Fabbri Group.

Por otra parte, el presidente de la Asociación de Consultores de Estructuras, Antoni Massagué, se refirió al estado del terreno como una nueva hipótesis del accidente. Massagué apuntó en TV-3 que filtraciones de agua podrían haber movido "un poco" el suelo en el que se asentaba la base de hormigón que sujetaba la atracción.