BP detiene el petróleo
El crudo no fluye al golfo de México desde hace cuatro días - Los técnicos construyen dos pozos para desviar la fuga
El principio del fin parece que está cerca, pero todas las autoridades mantienen un prudente escepticismo. "Queda mucho por hacer, aunque sin duda lo sucedido son buenas noticias", declaró ayer Mitch Landrieu, alcalde de Nueva Orleans. Lo sucedido es que desde el pasado jueves ni una sola gota de crudo se filtra al golfo de México tras la instalación de una campana hermética que recubre el pozo subterráneo dañado hace tres meses y que causó la muerte de 11 trabajadores. La necesidad de buenas noticias sobre el peor desastre medioambiental en la historia de EE UU ha hecho lanzar las campanas al vuelo.
Pero desde Barack Obama hacia abajo en la escala de autoridad se expresa prudencia. "Habrá que ver cómo evolucionan los hechos", insistía Landrieu. "Es el principio de una prueba más", dijo Obama a finales de semana.
La prudencia está justificada. Varios intentos anteriores de contener la hemorragia de crudo resultaron un total fracaso y hubo que empezar de cero. Ahora parece que la operación puesta en marcha va por buen camino y prueba de ello es que no hay noticias. "No noticias son buenas noticias", declaraba Doug Suttles, jefe de operaciones de BP, cuando el sábado fue preguntado cómo seguían los niveles de presión en la campana instalada y si el petróleo seguía sin brotar.
Ayer, la compañía anunciaba que va a mantener el sistema hasta que complete la construcción de los dos pozos "de alivio" en los que está trabajando y que desviarían la fuga y mantendrían el petróleo controlado. Esto último puede suceder a finales de este mes o mediados de agosto.
"Estamos esperanzados en que los signos alentadores continúen para que podamos seguir con las pruebas hasta el punto en que tengamos al pozo sellado por completo", dijo Suttles durante una conferencia de prensa. "Ahora mismo no hay una meta fijada para que el pozo vuelva a funcionar", agregó Suttles.
El Gobierno de Obama aún debe aprobar el plan que BP va a poner en práctica. Si las pruebas que ahora se están haciendo son un éxito, BP abriría las válvulas en la tapa de contención para permitir que el petróleo fluya temporalmente en el mar mientras reposiciona en la superficie los barcos que desviarían el crudo, dijo el sábado el almirante retirado de la Guardia Costera Thad Allen.
Cifras del desastre
- Litoral afectado. Cerca de 944 kilómetros de costa se han visto afectados por el petróleo. Luisiana, con 540 kilómetros, es el estado más perjudicado. Le siguen Misisipi (180 kilómetros) y Florida (114 kilómetros).
- Prohibición de pesca. La zona abarca una superficie de 217 kilómetros cuadrados, casi un tercio del total de las aguas territoriales de EE UU en el golfo de México.
- Gasto para BP. La petrolera asegura que lleva gastados 3.500 millones de dólares (2.700 millones de euros) en indemnizaciones, ayudas a los Estados afectados y labores de limpieza y de control.
- Petróleo recogido. Todo el esfuerzo ha servido para recoger, hasta el momento, 128 millones de litros de petróleo mezclado con agua.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.