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Aguirre protege la Casa de Campo

El 'pulmón' de Madrid es Bien de Interés Cultural en categoría de sitio histórico

Elena G. Sevillano

La Casa de Campo, el mayor pulmón verde de Madrid (1.906 hectáreas), ya es Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de sitio histórico. Lo declaró ayer el Consejo de Gobierno, que acaba así con una serie de lances administrativos y judiciales que habían dejado al parque sin protección efectiva. El vicepresidente, Ignacio González, calificó ayer de "vacío legal" la situación anterior, ya que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid anuló -y después el Supremo lo ratificó- la calificación del parque como BIC que tramitó en 1999 el Ejecutivo regional, con Alberto Ruiz-Gallardón a la cabeza. Con esta nueva declaración, la Comunidad de Madrid pretende evitar la degradación de la Casa de Campo, que a su valor ecológico y paisajístico suma restos arqueológicos, edificaciones de carácter histórico-monumental e instalaciones de recreo como el Parque de Atracciones o el Zoológico.

La Comunidad se propone evitar la degradación de 1.906 hectáreas

En total, la zona protegida abarca 1.906 hectáreas, de las cuales 1.698 -territorio que coincide con los límites históricos del Real Sitio en 1931- han sido expresamente declaradas BIC. El resto se considera "entorno de protección". La Casa de Campo alberga yacimientos paleolíticos, como los aparecidos en las obras de la M-30; restos arqueológicos, como la villa romana de los siglos I y II encontrada recientemente junto al Puente de Segovia y construcciones históricas, como la Casa de los Vargas y las fortificaciones de la Guerra Civil.

La Casa de Campo fue Real Sitio destinado a la caza y el recreo de la monarquía desde que Felipe II la compró a la familia Vargas en 1562 hasta que un decreto del Gobierno de la Segunda República (abril de 1931) permitió ceder al Ayuntamiento de Madrid los terrenos para ser destinados a parques. El grupo municipal socialista aseguró ayer estar "muy satisfecho" por la declaración, ya que así no se volverán a repetir episodios como "la utilización de la Casa de Campo como sede de operaciones de la M-30 o la destrucción de la histórica Puerta del Rey".

Vista aérea de la Casa de Campo, con el lago en primer término.
Vista aérea de la Casa de Campo, con el lago en primer término.ALBERTO FERRERAS
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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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