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Ultimátum de Metro a sus empleados

La empresa amenaza con bajar el sueldo de los trabajadores un 5% si no admiten un recorte del 1,5% antes del martes

La Consejería de Transportes y Metro de Madrid dieron ayer un ultimátum a los trabajadores para intentar zanjar el conflicto del suburbano, que vivió su sexta jornada de huelga. Los servicios mínimos, del 50%, funcionaron con normalidad.

Tras la reunión mantenida entre empresa y sindicatos, en la que no hubo atisbo de acuerdo, el gerente del Consorcio Regional de Transportes, José Manuel Pradillo, optó por la mano dura: si los trabajadores no aceptan antes del próximo día 20 -fecha en que se elaboran las nóminas- la rebaja de sus salarios en un 1,5%, como les propuso la Comunidad la semana pasada, se les descontará "el 5% a todas y cada una de las retribuciones", advirtió. La rebaja tendría efecto retroactivo desde junio.

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Por encima de todo, el Gobierno regional quiere ahorrar 7,9 millones de euros de los gastos de personal de Metro. Este recorte se origina en la rebaja de un 5% en los salarios a los empleados públicos que aprobó el Gobierno central y que el Ejecutivo madrileño ha extendido también a sus empresas públicas. La ley autonómica que fija los recortes salariales -aprobada el pasado 28 de junio- incluyó una excepción para Metro: la rebaja sería del 2,15% y podría aplicarse a todo el capítulo de gastos de personal (salarios, horas extra, gratificaciones, etcétera).

Desde el primer momento, los trabajadores han sostenido que la medida era ilegal, porque iba en contra de su convenio, y han intentado que el recorte no afecte a los sueldos. El comité de huelga ha pedido que se toquen otras partidas para ayudar a alcanzar los 7,9 millones de euros que Transportes quiere ahorrar. Ayer llegó a ofrecer que los trabajadores dejen de cobrar un año de antigüedad, algo que Metro no acepta al ser "jurídicamente imposible", según Pradillo. Esta medida supondría algo más de un tercio del ahorro planteado por la Comunidad de Madrid, según estimaciones del propio gerente. Sin embargo, la Comunidad de Madrid considera imprescindible rebajar el 1,5% del sueldo a los 7.600 empleados de Metro.La protesta por el recorte motivó que ayer el metro funcionara a medio gas. Hubo paro, pero se cumplieron los servicios mínimos. "Si no nos lo dicen, no sabemos que hay huelga", decía una pareja ayer a la salida del intercambiador de Sol. "No es como la otra vez, que estaban los tornos cerrados", recordaban en referencia a las dos jornadas de paro total, del 29 y el 30 de junio. Los servicios mínimos del 50% se cumplieron de forma ejemplar, y los trenes llegaban apenas tres minutos más tarde de lo habitual.

"No se nota la huelga porque los mínimos que nos imponen son abusivos.

Aguirre nos impide ejercer nuestro derecho a reivindicar si nos obliga a mantener estos servicios", protestaba un trabajador del suburbano que había acudido como piquete a las cocheras de Canillejas a primera hora de la mañana, donde se juntaron cerca de 200 empleados. Finalmente, la Comunidad no envió autobuses antipiquetes a recoger a los trabajadores que quisieron ir ayer a trabajar, tal y como había anunciado que haría.

El impacto del paro en la vida ciudadana fue pequeño. Ni los autobuses de la EMT ni los trenes de Renfe recibieron más viajeros. No fue preciso incrementar la flota. Las consecuencias sobre el tráfico rodado fueron inferiores a las de las otras jornadas. A primera hora de la mañana, dentro del perímetro de la M-30, el tránsito aumentó un 12%. En la autovía de circunvalación creció un 9%, también por debajo de los niveles de las anteriores jornadas de huelga, según el Ayuntamiento.

Alba, una usuaria, trataba de explicar por qué reinó la calma en el suburbano. "Hoy la gente ha salido prevenida. Yo, por ejemplo, tenía una entrevista de trabajo y no me atrevía a llegar tarde", relataba, "pero al final tan solo he esperado dos minutos", añadió. Mañana viernes también habrá huelga del metro. Se respetarán los servicios mínimos.

Viajeros esperando el tren ayer en uno de los andenes de la estación de Metro de Avenida de América.
Viajeros esperando el tren ayer en uno de los andenes de la estación de Metro de Avenida de América.ÁLVARO GARCÍA
Espera de los viajeros en andenes de la estación de Avenida de América.
Espera de los viajeros en andenes de la estación de Avenida de América.Á. G.

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