"Mi relevo ha sido pacífico"

Desde que anunció que se iba, cada acto en el que aparece Vicente Álvarez Areces (Gijón, 1943) se convierte en un improvisado homenaje a sus 11 años como presidente del Principado de Asturias. Atiende a EL PAÍS por teléfono desde Oviedo, en un despacho en el que le queda menos de un año. Venía de escuchar elogios del ministro de Fomento, José Blanco, que le acompañó en la fiesta de la Rosa de los socialistas asturianos.

Pregunta. ¿Le ha dado el ministro de Fomento algún disgusto de final de mandato, alguna promesa que no podrá cumplir?

Respuesta. Dentro de lo que es recorte, en Asturias nos favorece que están muy avanzadas las obras de las grandes infraestructuras, lo que llamamos el fin del aislamiento. En el AVE ya se ha horadado el puerto de Pajares. Se ha hecho lo más difícil, se han invertido 2.500 millones de euros en 50 kilómetros ferroviarios, la infraestructura más compleja del país. Se mantiene el plazo de 2012. En la autovía del Cantábrico, una prioridad para nosotros, ha dicho que habría retrasos, pero trataría de minimizarlos.

"Hay cosas más importantes que seguir desarrollando estatutos"

"Con la fiscalidad actual España no puede mantener el Estado de bienestar"

P. No se presenta en 2011, ¿se jubila?

R. No. Se ha cumplido una etapa en mi vida. Me queda un año de presidente en un contexto difícil. Asturias está resistiendo mejor esta crisis. Los números indican una clara recuperación, pero lenta. Después de este año, ya veremos. Inicié mi andadura política con 17 años, en el PCE. El sentido de nuestra vida era el combate, combatir un régimen odioso de falta de libertad. Luego, en democracia, yo agradezco la confianza que he tenido. Estuve en Madrid con el primer ministro de Educación socialista. Luego, de alcalde de Gijón, 12 años, y de presidente llevo 11. El triunfo en la vida es importante, pero más el combate. Y para combatir por lo que uno cree queda mucho tiempo. Mi objetivo es ayudar a Asturias a salir de esta situación y fortalecer el capital humano, tecnológico y medioambiental que hemos conseguido. Este año va a ser duro.

P. ¿Su relevo en el PSOE es pacífico o le han invitado a irse?

R. Ha sido absolutamente pacifico. La decisión que he tomado ha sido voluntaria, antes de abordar el comité federal el proceso electoral, que lo van a hacer a partir del día 17. Quise hacerlo así para favorecer la unidad. El socialismo en Asturias es un elemento vertebral de la sociedad.

P. ¿Quién le gustaría que fuera el próximo?

R. Esa decisión la tiene que tomar el PSOE. Todo parece indicar que será el secretario general, Javier Fernández, que es una persona inteligente.

P. ¿Qué había que hacer en Asturias hace 12 años que está seguro de haber hecho?

R. Había que hacer un cambio en el modelo de relación con las organizaciones sociales. Había sido muy conflictiva. Asturias ha sido un ejemplo de concertación social permanente en estos años. Segundo, había que hacer un cambio muy profundo en el sistema productivo. La empresa asturiana era subsidiaria de la empresa pública. Hoy es muy competitiva, ha salido al exterior y tiene un alto grado de reconocimiento. En tercer lugar, romper el aislamiento. Las grandes infraestructuras históricas demandadas durante décadas están a punto de culminar. Por último, un modelo social ejemplar. A pesar de ser una comunidad que no es de las ricas, en convergencia, es un modelo social muy valorado.

P. ¿Y qué se queda pendiente? ¿Qué había que hacer hace 12 años que se va sin haber hecho?

R. Queda mucho por hacer. Tiene que hacerse un desarrollo de las energías renovables más completo. El carbón tiene que despejar también su futuro. En España tenemos que hacer un gran esfuerzo de eficiencia en los sistemas públicos. Si queremos mantener el Estado de bienestar necesitamos una fiscalidad distinta. España con la fiscalidad actual no puede mantener esos estándares.

P. Diga un par de buenas razones por las que, después de 12 años, no deba haber alternancia de partidos en la presidencia.

R. Lo tienen difícil por varias razones. La primera es que practican la misma política que en España: no a todo. Ni el PP europeo lo hace. Esa no es una actitud inteligente de quien aspira a la alternancia, la gente no se lo cree. También intentan presentar como líder carismático a una persona que representa la etapa más oscura del PP [Francisco Álvarez-Cascos], una imagen que la gente quiere olvidar. Las políticas que intentan desarrollar están cargadas de demagogia. La gente es realista y sabe de sobra que se ha hecho un trabajo en profundidad. Creo que tenemos muchas posibilidades de revalidar.

P. ¿Qué le falta a Zapatero para poder decir lo mismo?

R. Tiene más responsabilidades y hace frente a una crisis que ha golpeado al país mucho más que a nosotros. Tiene una tarea muy complicada. Este año tiene que ser de punto de inflexión. Lo mas duro de la crisis lo estamos viviendo. Están los temas del acceso al crédito, sanear el sistema financiero, las empresas tienen que competir y salir al exterior. Es una tarea inmensa. Un nuevo sistema productivo no se crea de repente. El cambio va a ser lento porque todavía no se ha dimensionado el sector inmobiliario.

P. ¿Qué le parece la sentencia del Estatuto? ¿Son esos los límites del Estado autonómico?

R. El Estatuto es absolutamente legítimo. Nace de una voluntad popular. Pero visto desde fuera de Cataluña había elementos muy controvertidos. Lo hemos visto en la financiación autonómica. Salió adelante gracias a que se pudieron armonizar los intereses del resto de España con los de Cataluña. Algunas cuestiones del Estatuto no las llevaron a cabo, creo que felizmente. Es una sentencia bastante ajustada a la España plural. Fortalece el desarrollo del Estado de las autonomías. Quizás Cataluña se siente agraviada porque tiene una visión de lo que es Cataluña que no está acompasada con lo que se ve desde España. Cataluña ha avanzado en su autonomía considerablemente. Puede haber aspectos críticos, pero nunca considerar que esa sentencia es un punto y aparte en el desarrollo de las autonomías y de la relación entre Cataluña y España. Debe imperar un poco de serenidad.

P. ¿Ese es el tope?

R. Yo creo que el desarrollo del Estado autonómico está bastante armonizado. Sí hay un déficit en el Senado, que no se ha conseguido que sea una cámara territorial. Para mí es mucho más importante que en el Senado se pueda tener un diálogo estructurado que seguir profundizando en competencias propias. Como español y como asturiano me interesa que la Administración central mantenga criterios de equidad. Hay cosas más importantes que hacer que seguir desarrollando estatutos.