Detención anunciada

Nunca una operación policial de tanto calado como la desarrollada en Alicante había tenido tantos avisos previos. El lunes, un día antes de que la policía arrestara en su casa al presidente de la Diputación, en la sede del PP ya se conocía buena parte de lo que podía pasar. "Va a haber lío en Alicante", señalaban algunos dirigentes. Mariano Rajoy conocía directamente las investigaciones por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

En Alicante, una ciudad donde el PP controla todos los resortes del poder, varios dirigentes conocían que se estaba montando una gran operación policial aunque no supieran todos los detalles. De hecho, el presidente de la Diputación conoce hace mucho tiempo la investigación del caso de las basuras de la Vega Baja, aunque sus compañeros insisten en que está tranquilo. El periódico La Información de Alicante apuntaba ayer que la cúpula del PP recibió la alerta de Juan Cotino, conseller y ex director general de la Policía en la época de José María Aznar.

Lo que preocupa en el PP, no solo judicialmente sino políticamente, es la posibilidad de que, como sucedió en el caso Gürtel, las conversaciones grabadas por la policía y autorizadas por el juez corroboren lo que ahora cuestionan.