El PP apela al pacto con López en su pugna con Prieto y PNV en la Vital

El PP está decidido a hacer cuestión vasca de su conflicto con el PSE alavés de Txarli Prieto y a que la ejecutiva de este partido y el lehendakari, Patxi López, "pongan orden en Álava". A una y a otro "les falta autoridad" fue el diagnóstico que la junta directiva del PP realizó en su reunión del lunes sobre la situación en ese territorio, y en particular en Caja Vital, según ayer transmitió su secretario general Iñaki Oyarzabal. El PP ha trasladado su "enorme preocupación" al máximo nivel de la ejecutiva socialista y del Gobierno. A su juicio, el pacto "raro y turbio", entre el PSE de Txarli Prieto y el PNV de Iñaki Gerenabarrena está desestabilizando y desprestigiando la principal entidad financiera de Álava, un instrumento clave par el desarrollo socioeconómico del territorio, al tiempo que levanta preocupación en las autoridades económicas. Por eso puede terminar afectando al pacto de bases para el cambio suscrito entre socialistas y populares en lo que a la política económica del Gobierno se refiere. Sus interlocutores socialistas del Gobierno y la ejecutiva del PSE han estado "receptivos" a ese análisis, aseguró.

El Gobierno vasco evita la polémica y lo sitúa en "una cuestión de partidos"

Oyarzabal desveló que el lunes habló largo y tendido con la persona que aúna esas dos condiciones: Rodolfo Ares, consejero de Interior y coordinador del Gobierno, a la par que ocupa la secretaría política de la ejecutiva socialista vasca. "Ellos también están preocupados", aseguró, en una afirmación que hizo extensiva igualmente al PNV de Iñigo Urkullu. Este y el presidente del PP, Antonio Basagoiti, se reunieron hace dos semanas.

El Gobierno se quitó de en medio sin esperar a más: "Es una cuestión entre partidos", se apresuró a decir la portavoz, Idoia Mendia, al término de la reunión semanal del Ejecutivo, para evitar dar su opinión sobre el particular, pese a que afecta a una de las tres cajas vascas y, según la advertencia de Oyarzabal, puede terminar erosionando el pacto PSE-PP.

Esa llamada significa una exigencia de que "metan en vereda" a Prieto y le fuercen a pactar al frente de Vital un candidato "de consenso, independiente y profesional" que satisfaga al PP, además de a su socio local, el PNV de Iñaki Gerenabarrena. El PP no renuncia además a que entren en el consejo sus tres candidatos. "No buscamos una reprimenda [a Prieto] sino un acuerdo", resaltó. Pero Oyarzabal mencionó incluso el pacto de bases para el cambio que une a socialistas y populares en apoyo de Patxi López. Su comisión de seguimiento se reunirá el día 15, anunció. Entre otras cuestiones, abordará el alcance y la influencia que la situación alavesa pueda tener sobre él. O hay "más seriedad" por parte del PSE alavés, o puede entrar en juego la corresponsabilidad del PP con la política económica del Gobierno", apuntó. Oyarzabal no quiso llegar a afirmar que sea el momento más difícil que haya vivido ese acuerdo: "Es uno más", se limitó a responder. "El problema es que el vaso se va colmando con la falta de correspondencia a nuestra lealtad", advirtió al Gobierno y al PSE. Para él, la organización socialista alavesa, "no está sabiendo valorar" esa actitud del PP, añadió Oyarzabal, y se dedica a "jugar a otras cosas", que además le ponen en relación con "grupos de interés" tras los que se proyecta la sombra de "prácticas de corrupción", dijo.

La preocupación con la situación en Caja Vital, de cuyos órganos de dirección está excluido el PP, es "enorme", dijo Oyarzabal, porque el acuerdo político entre socialistas y peneuvistas para su control está perjudicando a la entidad. "No se puede mantener un pacto en desprestigio de Caja Vital", sólo para que "cuatro señores mantengan sus cuotas de poder". Sus intereses pueden ser "partidistas o personales", dijo, pero no son los de los alaveses", zanjó.