Investigadores de ida y vuelta

Doug Davidson es uno de los muchos investigadores científicos que trabajan en Euskadi. Llegó de EEUU al Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) de San Sebastián hace apenas dos meses para estudiar las relaciones entre neurociencia, psicología y lenguaje. En este tiempo, el joven norteamericano ha constatado que "la ciudad y la comunidad están realizando un gran esfuerzo" por desarrollar la ciencia y la tecnología. "Estoy conociendo a mucha gente llena de entusiasmo y con visión de futuro".

El doctor Sebastián Bergeret, de doble nacionalidad alemana y uruguaya, lleva casi un año como científico titular en el Centro de Física de Materiales CSIC/UPV, y tiene una opinión similar. "En Euskadi hay un número considerable de científicos de buen nivel que, en mi opinión, conforman la masa crítica necesaria para hacer ciencia a nivel competitivo; creo que se ha invertido fuerte en investigación e innovación".

En Euskadi se ha desarrollado menos la movilidad que en el resto de Europa

La UPV ha recibido sólo 36 solicitudes para cursar Química el próximo año

"Los centros requieren unos perfiles y no hay suficiente cantera"

El Gobierno vasco ofrecerá contratos para desarrollar el talento en Euskadi

Pero ¿qué alcance tiene este trabajo de potenciación de la investigación científica? ¿Hay suficiente cantera vasca para encarar el futuro con garantías de éxito? ¿Existen salidas atractivas para el potencial de nuestros licenciados?

En los últimos años, el número de gente que cursa estudios científicos ha disminuido preocupantemente, especialmente en el ámbito de la química, la física y las matemáticas, ya que otro tipo de trabajos ofrecen retribución similar o superior con menos horas invertidas. La facultad de Química de la Universidad del País Vasco (UPV) cuenta sólo con 36 personas inscritas para el próximo ejercicio académico, siguiendo la tónica de años anteriores, lo que puede acarrear problemas en un futuro cercano. El viceconsejero de Educación, Universidades e Investigación del Gobierno vasco, Pedro Luis Arias, está convencido de que hay que potenciar estas temáticas cuanto antes. "Así como una sociedad demanda abogados, humanistas o deportistas, también requiere científicos. Hay que equilibrar la balanza", asegura.

En este sentido, desde el Ejecutivo autónomo se están desarrollando diferentes planes dirigidos a fomentar la actividad científica. Un claro ejemplo serían las colonias de contenido especializado, que a partir de visitas y cursos en laboratorios, tratan de relanzar esta temática. A este plan hay que sumar también la apertura de centros como el Museo de la Técnica de Zamudio o el Kutxaespacio de la Ciencia en San Sebastián.

Por tanto, en Euskadi conviven el esfuerzo por desarrollar tecnología y ciencia y la reducción en la cantidad de personas que quieren potenciar estas capacidades. Sin embargo, surge la duda acerca de si el problema real es que no existen suficientes salidas de calidad para los licenciados. Ricardo Díez-Muino, científico y vicedirector del centro mixto CSIC-UPV, es crítico al respecto. "La carrera investigadora en España y en Euskadi es muy dura. Un doctorado no tiene siquiera seguridad social", comenta. Más radical es en este asunto es Pawel Kuszelewski, encargado de relaciones exteriores del BCBL. "La formación no se orienta correctamente a las necesidades; los centros requieren unos perfiles y no hay suficiente cantera", dice. Totalmente opuesto es el posicionamiento de la responsable de comunicación de Innobasque, Pilar Kalzada, quien cree que "hay opciones muy buenas en Euskadi. La innovación está más cerca de lo que parece, no hay por qué pensar que lo que está lejos tiene más calidad".

Y es que la "fuga de cerebros" es un hecho hoy en día. José Luis Curbelo, director general de Orkestra-Instituto Vasco de Competitividad, lo sabe. "El talento se globaliza y viaja con las personas formadas, con los profesionales, los técnicos y los investigadores, quienes van de unas zonas a otras a continuar su formación, adquirir competencias o desarrollarse personal y profesionalmente. Es por ello que muchos vascos emigran a otras zonas". Arias y Calzada coinciden en el enriquecimiento derivado de la movilidad, aunque creen que es necesario que posteriormente se perciba en Euskadi. Una opción para lograrlo pueden ser los nuevos contratos que ofrecerá el Gobierno vasco a los doctorados para que estudien dos años en el extranjero y que trabajen un año, por lo menos, en Euskadi. "Hay que intentar que la movilidad lleve billete de vuelta", añade el viceconsejero de Educación.

De similar calado son el programa Ramón y Cajal, a escala nacional, o el Fellow Guipúzcoa de la Diputación de este territorio, a escala local, que tratan de atraer a jóvenes talentos que han demostrado tener éxito. Diez-Muino asegura que "lo importante es crear las condiciones adecuadas para que los científicos jóvenes que han madurado en el extranjero vean atractiva la vuelta".

La doctora María Blanco Rey (Bilbao, 1978) trabaja desde hace dos años como investigadora postdoctoral en la Universidad de Cambridge, Inglaterra, a través de una beca Marie Curie. Cuando comenzó su carrera científica, comprendió que no quería restringir su espacio de actuación. La bilbaína opina, en consonancia con Curbelo, que "siempre es beneficioso conocer de primera mano cómo se administra la ciencia en otros lugares". Sin embargo, aunque cada vez sean más los vascos que viajen a otras zonas a desarrollar sus capacidades, "en Euskadi los científicos asociados a centros tecnológicos se han movido menos". Puede que esto haya contribuido a que "en el extranjero aún se conserve la imagen de zona de industria siderúrgica y naval de los 80".

Con una opinión similar a la de María Blanco, en Missouri (Estados Unidos), el doctor Aritz Leonardo Liceranzu (Bilbao, 1979) estudia desde hace año y medio las ecuaciones que gobiernan el comportamiento de la materia. "El hecho de pasar unos años como posdoctorado lejos de tu centro de investigación de origen te ayuda a madurar como científico. Al igual que un tenista de élite no puede llegar a lo más alto entrenando siempre con la misma persona, un científico no debe restringir sus colaboraciones a su director de tesis, por muy brillante que éste sea". No obstante, el científico vasco cree que en Euskadi se ha desarrollado hasta el momento menos la movilidad que en otras zonas de Europa. "Tenemos un arraigo a nuestra tierra fuera de lo normal", añade a este respecto Aritz. Al fin y al cabo, "no es lo mismo calcular la vida media de un electrón en medio del desierto de Nuevo México que frente a la playa de la Concha".

¿Tiene Euskadi, entonces, atractivo para los investigadores de otros países? Parece ser que el terrorismo ha dejado de ser un factor determinante y, pese a las reticencias producidas por la tradición industrial anterior, se cree que la comunidad está haciendo las cosas mejor que el resto del sur de Europa. Los centros de investigación vascos han comprendido que atraer talento es fundamental. Como afirma el director general de Orkestra, "las empresas y los territorios compiten con talento y por talento". "Para ello, han de adquirirlo allá donde puedan; las tendencias de globalización de talento llevan a los profesionales de un territorio a desplazarse a otros, al tiempo que cada lugar tiene que atraer el mejor talento que pueda adquirir en los mercados globales", añade Curbelo. Por tanto, Euskadi debe potenciar la ciencia con una visión más internacional. Ikerbasque, por ejemplo, destinará 5 millones de euros para contratar a 43 investigadores extranjeros con ayuda de la UE.

En este sentido, la crisis económica "destruye anteriores tendencias, pero crea nuevas opciones que hay que aprovechar variando el rumbo", explica el viceconsejero de Educación, Pedro Luis Arias. La coyuntura actual ha afectado negativamente a una gran cantidad de trabajadores, pero todas las fuentes consultadas coinciden en el abanico de posibilidades que se abre ante nosotros. Pilar Kalzada, por su vez, resume todas las opiniones: "Si conseguimos salir antes que otros por el camino de la innovación y la investigación, conseguiremos ser un foco de atracción para todo el mundo", asegura.