"Cada vez hay más gente que se ofrece para trabajar en el extranjero"

Jon Zárate Oleaga (Bermeo, 1960), es una de esas personas que se mueve como pez en el agua por diversos campos. Licenciado en Psicología por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster en Business Administration por la Universidad de Deusto, dirige desde el año 2000 Human Management Systems S.A., la empresa de consultoría en estrategia, mejora de procesos, caza de talentos y desarrollo de personas. Desde 1991 trabaja como profesor en la Universidad de Deusto. Esta experiencia, unida a la publicación de varios libros y estudios, le ha permitido conocer de primera mano la evolución de las posibilidades de trabajo y la cualificación de la gente joven en Euskadi.

Pregunta. ¿Existen suficientes salidas profesionales de nivel para los licenciados vascos?

"Tenemos mayor calidad de vida, pero menor valoración profesional"

"El intercambio de conocimiento entre países es fundamental"

Respuesta. Las tasas de inserción laboral al poco de terminar los estudios en algunas carreras son bastante elevadas, mientras que en otras no hay tanta posibilidad de encontrar el trabajo adecuado rápidamente.

P. ¿Quiere decir esto que hay poco trabajo cualificado en Euskadi?

R. Depende de con quién nos comparemos. Podríamos decir que existe más trabajo cualificado que en el resto del Estado debido al tejido industrial y de centros tecnológicos y de investigación que tenemos, pero menos que en países punteros que han apostado por la innovación y el desarrollo en mayor medida que el nuestro.

P. ¿Es este el motivo por el que en algunas licenciaturas científicas se produce un alto índice de talentos que emigran?

R. El extranjero ofrece muchas posibilidades interesantes. En algunos grupos de trabajo, como Innobasque y Gipuzkoa Berritzen, por ejemplo, tratamos el fenómeno de la movilidad de talento. Estamos en un mundo cada vez más globalizado y a una determinada edad, normalmente entre los 23 y los 35 años, apetece mucho más el poder expatriarse o trasladarse a otros países con el objeto de impulsar la carrera profesional y adquirir un mayor reconocimiento.

P. ¿De cara a una hipotética vuelta?

R. En muchos casos el objetivo es retornar. Se piensa que aquí tenemos mayor calidad de vida, pero menor valoración profesional. Por ello, esa fuga temporal de talento permite mejorar las capacidades de una persona y volver de nuevo a la calidad de vida que tenemos en nuestro entorno más inmediato.

P. Por lo que parece, esta salida de talento responde únicamente a motivos profesionales.

R. Así es. En el pasado pudo ocurrir que algunas personas que no tuvieran posibilidades de colocación por la limitación del euskera decidieran marcharse por este motivo, pero en estos momentos creo que la decisión de los jóvenes cualificados de irse al extranjero es más por impulsar su carrera profesional que por limitaciones del idioma.

P. Entonces, ¿es positiva esta "fuga de talentos"?

R. Hasta cierto punto es positivo que haya salida de jóvenes profesionales al extranjero y llegada de foráneos a nuestro país. Cada vez hay más gente que se ofrece para trabajar en el extranjero. El intercambio de conocimiento entre países es, simplemente, fundamental. Más que en impedir la fuga de talentos, se debería trabajar en una correcta gestión de la movilidad del talento.

P. ¿De qué manera?

R. Es un tema muy complejo. Creo que la movilidad de talento permite elevar a largo plazo el nivel de competitividad de los países que la gestionan bien. Hace nueve años propusimos al Gobierno vasco un proyecto que potenciara la salida y posterior recuperación del talento. Progresivamente, se está trabajando en esta línea a través de diferentes empresas, agencias, centros tecnológicos y de investigación...

P. A la vez, ¿tiene la misma importancia captar profesionales extranjeros?

R. Por supuesto. Los motivos que se aducen podrían ser exactamente los mismos que para que el talento de nuestro país se vaya al extranjero: mejorar el nivel de conocimientos y el posicionamiento en la carrera profesional. Y para nosotros es vital recibir todo lo que puede aportar alguien que proviene de otras culturas, de otra manera de ver las cosas. Además, quienes vienen de otros países agradecen la calidad de vida de Euskadi.

P. ¿Ha dejado de suponer el terrorismo un freno?

R. Cuando nuestros clientes nos piden que llevemos a cabo proyectos de búsqueda y selección de investigadores, tecnólogos y profesionales cualificados en cualquier parte del mundo, suele ser una de las pegas que ponen encima de la mesa. Todo les parece perfecto, pero el efecto de los medios de comunicación hablando sobre la violencia terrorista en nuestro país es algo que frena el que vengan aquí.

P. ¿Qué se hace para solucionar un problema de estas características?

R. Normalmente, nosotros solemos tratar de argumentar esta situación con datos y estadísticas, que es como mejor se comprende todo. Les decimos que una cosa es la imagen impactante que hayan podido ver por televisión, pero cuando hablamos de estadísticas de actos violentos en nuestro país comparado con las ciudades donde ellos residen, casi sean las que sean, ven que son menores en Euskadi. Por otro lado, cuando tenemos ocasión de hacerles venir para las primeras entrevistas, les recomendamos que vengan con su pareja y sus hijos.

P. ¿Cómo se convence a la familia?

R. Mientras los profesionales están siendo entrevistados y participando en el proceso de selección con nuestros consultores, otras personas de nuestra empresa se encargan de llevar a la familia y a la pareja de shopping por el centro de nuestras ciudades, a distintos colegios para que puedan apreciar el nivel académico de nuestros centros escolares y a distintas agencias inmobiliarias para que puedan irse situando cuando tengan que residir aquí. Cuidamos mucho el aspecto emocional, ya que a la hora de tomar la decisión de venir a nuestro país, normalmente pesa más la decisión de la familia que la del propio investigador.