Rojo apuesta por Sánchez Cordero para su relevo

Gregorio Rojo quiere que Juan Antonio Sánchez Corchero sea su sustituyo en la presidencia de Caja Vital una vez concluya el período de interinidad abierto el viernes con su renuncia al cargo en cumplimiento de la sentencia de la Audiencia de Álava. Se trata de un empresario vitoriano, vinculado al sector de la formación desde el Instituto Europa, y actual vicepresidente segundo de la caja alavesa. Pero Txarli Prieto, que tiene la última palabra, confía más en Cristina González. El PSE alavés lo debatió anoche y no hay unanimidad.

Txarli Prieto ha sabido marcar los tiempos para proyectar su opinión sobre la crisis interna abierta en la caja alavesa, a la que, sin duda, no es ajeno. De ahí que su rueda de prensa de hoy adquiera máxima importancia, sobre todo tras haberse conocido anoche que en la ejecutiva del PSE alavés hubo opiniones contrapuestas sobre el rumbo a seguior en Vital. Hay quienes apoyan decididamente a Rojo en su apuesta por Sánchez Cordero, pero el sector más fiel a Prieto sabe que Cristina González cuenta con opciones. En su día, su nombre se barajó para entrar al Consejo de Administración.

Prieto puja por Cristina González y no hay unanimidad en el PSE alavés

"Dejo atrás una gestión excelente. Vital ha multiplicado por tres sus activos"

La alternativa de Sánchez Cordero es sólida, aunque en medios económicos alaveses se advierte de que su proximidad a Rojo puede jugar en su contra de cara al veredicto final de Prieto, sobre la base de que las discrepancias que en algunas cuestiones relativas a Vital han mantenido ambos socialistas. A su vez, las opciones de Juan Carlos Alonso y Javier Lasarte se antojan más complicadas ya que les obligaría a abandonar sus actuales cargos públicos. A su vez, Sánchez Cordero, como hombre de la empresa, acabaría de una vez con el perfil político tantas veces criticado en Vital. Pero es Prieto quien tiene la última palabra.

"Me voy por el bien de la entidad". Con esta rotunda frase comenzó Gregorio Rojo ayer su discurso de despedida en la sede de Vital. Claramente emocionado, bajo una mezcla de disgusto y rabia contenida, Rojo evidenció su enojo con el PP, partido con el que el PSE mantuvo un primer pacto en la Vital en 2004, que luego se rompió. "No soporto la obsesión que parecen tener algunos por situar a la Caja en un permanente pim, pam, pum, que en nada beneficia a la entidad. Mucho menos en estos momentos de evidente dificultad económica", añadió.

Dos varapalos judiciales a instancia del PP, que le denunció por sobrepasar el tiempo máximo en el consejo de administración de la entidad de ahorro, se encontraban detrás de su retirada, pero también cierto distanciamiento, aunque no reconocido, con el PNV, formación política que le sostenía en su cargo, junto con su partido, el PSE.

Rojo renuncia por respeto a la Vital. "Nunca olvido que una empresa como ésta vive de la confianza de sus clientes". Porque mantiene que su situación no es ilegal. Así lo recalcó desde un primer momento en su intervención, cuando desveló que el equipo de asesores jurídicos de Caja Vital "y otros letrados", sostiene que existen importantes garantías para la presentación de un recurso de casación ante el Tribunal Supremo. "Existen precedentes gemelos, casi idénticos, en los que consejeros de otras cajas recibieron la razón legal y jurídica en última instancia", advirtió.

Pero Rojo también reconoció que el camino del recurso es largo y que no es el momento para pleitos. El problema, según Rojo, es que "existen personas y grupos que utilizan esta entidad y el proceso jurídico abierto como un altavoz para sus propios intereses partidistas y como moneda de cambio político". Después de esta andanada contra el PP, reconoció que su intención era "abandonar este puesto con dignidad y con la cabeza bien alta".

A partir de ese momento, el ya ex presidente hizo en su discurso un recorrido por los logros de Vital bajo su mandato. "Tengo motivos para irme orgulloso. Lo hago desde la convicción de que dejo atrás una gestión excelente", sentenció no sin antes advertir de que iba a dejar a un lado la modestia.

Recordó que Vital se encuentra entre las mejores en el ranking de las cajas de ahorro españolas, al haber multiplicado por tres en los últimos años su activo total, además de que es la entidad dominante en Álava, "con una penetración envidiable: de cada 100 euros que se mueven en el territorio, 53 pasan por Caja Vital", apuntó.

Deseoso Rojo de que se cumpla el pacto con el PNV, para llevarlo a efecto, los socialistas tienen que decidir el candidato. Gerenabarrena ya se apresuró ayer a asegurar que "el PNV va a cumplir a rajatabla" el acuerdo que tiene con los socialistas en Álava y que, precisó, "no está ligado a quién es el presidente". Para ello, el nuevo responsable de Caja Vital espera que "el PSE será quien nos tiene que proponer para que lleguemos a un acuerdo de consenso en un candidato".