Manifestación incómoda para el PSC

El presidente de la Generalitat, José Montilla, llamó el lunes a los catalanes a manifestarse en contra de la sentencia del Estatut en una protesta que tendrá lugar el día 10 de julio. Sin embargo, el presidente alberga un temor: que la marcha derive en una proclama independentista. Los organizadores de la protesta -la entidad Òmnium Cultural- la han convocado bajo el lema Som una nació. Tenim dret a decidir (Somos una nación. Tenemos derecho a decidir), un eslogan que satisface a CiU, Esquerra e ICV, pero que incomoda al PSC y al propio Montilla, que no quiere verse encabezando una manifestación de tinte soberanista en vísperas de su reunión con José Luis Rodríguez Zapatero. Ayer, el PSC encontró la fórmula: una manifestación bicéfala, con una cabecera reivindicativa y otra más institucional.

En la primera, bajo el lema previsto, estarán los convocantes de la manifestación, que incluye a los partidos políticos, sindicatos y entidades sociales. En la segunda, enarbolando una senyera, irán los cargos institucionales, con Montilla a la cabeza. Artur Mas, líder de CiU, no avanzó dónde irá, aunque ayer dejó entrever que su opción es desfilar bajo la pancarta reivindicativa. Las negociaciones entre el tripartito, CiU y los convocantes de la marcha acabarán de perfilar estos detalles. El PSC dejó claro que los políticos deben desfilar tras la senyera.

El final de la marcha se impregnará del tono institucional que busca Montilla. El presidente quiere evitar que se resquebraje la unidad de los partidos frente al Constitucional porque las cuatro formaciones que votaron el Estatut quieren respuestas diferentes a la sentencia. Por ello, no habrá un manifiesto final, sino que sonará El Cant dels Segadors, el himno de Cataluña.

La manifestación se empezó a gestar hace un año y medio, ante la amenaza de sentencia. Como en las grandes protestas que ha vivido Barcelona, la marcha cruzará el Paseo de Gràcia, una de las principales arterias de la ciudad.