La ESA ya trabaja en Valencia
El laboratorio espacial está en la Politécnica y arranca con siete investigadores
Valencia ya cuenta con un centro de la Agencia Espacial Europea (la ESA, por sus siglas en inglés). Se trata del Laboratorio de Radiofrecuencia de Alta Potencia, encargado de fijar los estándares que deben cumplir los dispositivos de comunicación que se lanzan al espacio. En sus instalaciones también se pondrán a prueba los equipos, para garantizar que son capaces de soportar las altísimas radiaciones a las que estarán expuestos fuera de la atmósfera. Debido a esas radiaciones los satélites sufren perturbaciones y, eventualmente, daños irreparables. Uno de los exámenes consiste en recrear, dentro de una cápsula, los temblores de un terremoto de 7,5 en la escala de Richter.
El laboratorio está operativo con una avanzadilla de siete investigadores de la ESA, a los que se sumarán los grupos de la Universidad Politécnica de Valencia, al mando del cual está Vicente Boria, y de la Universitat de València, dirigido por Benito Gimeno. En total, 25 personas entre científicos e ingenieros.
El centro está ubicado en la Politécnica, tiene una superficie de 150 metros cuadrados y su coste ronda los seis millones de euros. Más de la mitad ha sido aportado por la ESA en forma de aparatos. La Politécnica ha destinado 1,5 millones de euros y los otros tres miembros del Val Space Consortium (Universitat de València, Generalitat y Ayuntamiento de Valencia) otro millón y medio.
La ESA eligió Valencia por el nivel y la experiencia de los grupos de la Politécnica y la Universitat. En la presentación de ayer, sin embargo, el presidente Francisco Camps y la alcaldesa Rita Barberá acapararon el protagonismo. Los periodistas (salvo los gráficos) fueron dirigidos a una sala desde la que pudieron seguir la visita de Camps, retransmitida por Canal 9. Pudieron también oír sus comentarios (sobre la fórmula 1, por ejemplo), pero no las explicaciones del director científico del laboratorio, David Raboso, a quien la televisión autonómica decidió a última hora no colocar el pequeño micrófono inicialmente previsto. A los rectores Juan Juliá (Politécnica) y Esteban Morcillo (Universitat) apenas se les vio hasta su breve parlamento final (ya en directo).
El Consell tiende, sobre todo desde que se destapó el caso Gürtel, a mantener alejados a los periodistas. Pero esa no había sido hasta ahora la política de las universidades públicas.
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