Los 'mossos' denuncian a una pasajera por cruzar la vía
La sanción puede oscilar entre 6.000 y 30.000 euros
Los Mossos d'Esquadra identificaron el viernes a una mujer joven, todo indica que de origen ruso, que cometió la misma imprudencia que costó la vida a 13 personas la fatal noche de la verbena: cruzar por encima de las vías en el apeadero de Castelldefels Playa. Los vigilantes de la estación le pidieron la documentación y la chica -posiblemente por una cuestión de permisos- se negó a dársela, por lo que fue identificada por los mossos. Ella alegó que tenía prisa y que no sabía nada de la tragedia, pero la imprudencia le puede costar cara: está castigada con una multa de entre 6.000 y 30.000 euros.
La infracción, considerada grave, está prevista en la Ley del Sector Ferroviario, según un portavoz del Adif, que explicó que normalmente este tipo de expedientes o bien los tramitan los vigilantes o bien la policía ante la Delegación del Gobierno, que decide la sanción. El mismo portavoz no aclaró cuándo se puso la última multa por atravesar las vías. "Todo el mundo está trabajando en aclarar lo más rápido posible el accidente", afirmó.
Los vecinos afirman que es habitual que los pasajeros pasen sobre las vías
"Fue como una película de terror", relata el dueño de un quiosco
En medio de un espeso silencio, Castelldefels amaneció ayer consternado por la tragedia. El apeadero, con menos usuarios de lo normal por ser un día de huelga, se convirtió en un triste escenario, escrutado por cámaras, teleobjetivos y decenas de ojos que intentaron imaginar cómo pudo suceder aquel horror. "Compartiendo vuestro dolor. Residencia Santa Rita", se leía en una corona de flores que descansaba en el andén junto a un puñado de rosas y velas, que colocaron Juana, Maruja y Joaquina, tres mujeres de la residencia de ancianos situada junto a la estación.
Pese a la brutal tragedia, algunos usuarios, además de la joven identificada, intentaron cruzar las vías jugando al gato y al ratón con los fotógrafos para no ser sorprendidos. La mayoría de los vecinos aseguraron que es una conducta bastante habitual entre los pasajeros, tanto en la zona del andén, donde el bordillo es alto, como en el tramo en el que este desaparece. No solo es una cuestión de comodidad: lo hacen para no pagar los 1,65 euros que cuesta el billete a Barcelona.
"Hay gente que hoy mismo, después de lo que ha sucedido, ha cruzado las vías simplemente porque tenía prisa", afirmó consternada Dolores Ibáñez, vecina del paseo del Ferrocarril de Castelldefels. "¿Prisa para qué? ¿Para acabar en el cementerio?", añadió otra vecina. Rafa, residente del lugar, sin ocultar su ira, explicó: "Venid un domingo y lo veréis. Vienen a la playa a espuertas. Y muchos se cuelan". "Hay gente que se queja de que el paso elevado estuviera cerrado", dijo una camarera de un chiringuito de la playa. "Pero da igual: si hubiera estado abierto, con o sin vigilantes, habrían atravesado las vías".
Álvaro Leivas, de 37 años, uruguayo, que regenta un quiosco junto al apeadero, aún estaba sobrecogido por la tragedia. "Me enteré unos 10 minutos después del accidente. Llegaron unas chicas llorando y compraron botellas de agua para limpiarse las manchas de sangre de la piel y lavarse las camisetas. Fue como una película de terror", explicaba recordando la fatal verbena. Leivas admitió que es "habitual" que se crucen las vías y Rymo, una chica de origen árabe, de 16 años, lo corroboró. Aún tenía cara de susto y confesó que ha saltado mil veces el bordillo. "Todo el mundo lo hace. No hay vigilantes. Pero nunca más lo haré", prometió.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.