La ejecutiva del PSE-EE arropa a Eguiguren frente al ataque del PP

Una docena de intervenciones, todas en el mismo sentido de reconocimiento y respaldo a la figura, la trayectoria y la permanencia en su cargo del presidente de los socialistas vascos, Jesús Eguiguren, hicieron ayer de la reunión de la comisión ejecutiva del PSE-EE un encuentro monográfico y de auténtico cierre de filas. Incluso se produjo alguna reflexión autocrítica por la aspereza de algunas desautorizaciones domésticas, según asistentes a la cita. "Todos en respaldo de Eguiguren", aseguraron las fuentes consultadas.

Los ataques a Eguiguren desde el exterior y, en particular, la exigencia de su cese por la secretaria general del PP, María Dolores Cospedal, ha brindado al PSE-EE una rápida y socorrida vía de cierre a un conflicto interno que, sin esas muletas, habría resultado algo más difícil de zanjar. Tampoco mucho, porque el PSE no tenía la intención de dar ningún recorrido añadido a la polémica.

Nadie cree que el pacto que Eguiguren selló en 2002 con Patxi López para catapultar a este a la secretaría general esté en peligro. Algunos añaden que el inesperado intercambio que mantuvo de Interior, ha fortalecido al dirigente vasco, por el tono y porque dejó manifiesto que el principal argumento en su contra es el de los tiempos.

El encuentro, de dos horas de duración, no entró, sin embargo, y de modo deliberado, en el fondo de la cuestión, única garantía de evitar el choque de opiniones y posiciones. El cierre de filas después de las muestras de desacuerdo de dirigentes del partido, empezando por el propio lehendakari, Patxi López, resarció a Eguiguren, que agradeció el blindaje que le brindaron sus compañeros anta la avalancha de ataques y descalificaciones.

El propio Eguiguren había hecho ya frente en solitario a la hostilidad del PP para negarse a aceptar que ese partido ponga "un bozal" a los socialistas vascos y, en particular, a él. Su historia de 30 años amenazado por defender sus ideas socialistas le confieren toda la autoridad para hacerlo y lo saben él y los suyos. Si la amenaza de ETA no le ha callado en todo ese tiempo no va a hacerlo ahora la presión de los populares, es el mensaje.

Ningún portavoz socialista habló ayer, pero la preparación de la llegada a la sede de la ejecutiva fue ya muy indicativa: Eguiguren llegó caminando, flanqueado por el secretario general y lehendakari, Patxi López, y el secretario político y consejero de Interior, Rodolfo Ares, además de por los tres secretarios provinciales, José Antonio Pastor, Iñaki Arriola y Txarli Prieto, todos en actitud distendida.

Que el PP haya facilitado ese cierre de filas en defensa de Eguiguren no quiere decir que la preocupación haya desaparecido. "La militancia está desconcertada de ver a sus dirigentes lanzando mensajes distintos y desautorizándose en público, más aún en una cuestión como el terrorismo" admitió un cuadro intermedio del partido.