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Las bajas británicas en Afganistán alcanzan la cifra de 300

El número de bajas mortales británicas en Afganistán ha alcanzado la simbólica cifra de 300, al fallecer el domingo en Birmingham un marine herido el pasado día 12 en la sureña provincia de Helmand. "Es una noticia terriblemente triste", sintetizó el primer ministro británico, David Cameron.

Reino Unido tiene desplegados a 10.000 militares en Afganistán como parte de la misión liderada por la OTAN, en la que participan 45 países. Los británicos, que están allí desde que empezó la invasión en 2001 como respuesta a los atentados terroristas del 11 de septiembre en EE UU, tardaron siete años en llegar a los 100 muertos en tierras afganas. Pero los 100 siguientes llegaron en poco más de un año y los 100 últimos en solo 10 meses. Un reflejo del encarnizamiento de los combates en la zona.

Pese a todo, Afganistán no es en este momento un problema político para el Gobierno de coalición de conservadores y liberales-demócratas en Reino Unido. Sobre todo porque acaban de llegar al poder y la guerra empezó en tiempos de los laboristas. Pero también porque Afganistán nunca ha tenido la contestación política que provocó la guerra de Irak.

Descontento militar

Con todo, tiene potencial para acabar siendo un problema. Los laboristas llegaron a pasar momentos de nerviosismo cuando hace dos años empezó a acelerarse el número de bajas británicas y la prensa se hizo amplio eco del descontento existente en el Ejército por la precariedad del equipamiento con que las tropas británicas afrontaban la guerra.

La guerra afgana puede acabar convirtiéndose en un problema si se prolonga, si se mantiene o aumenta el ritmo de bajas y si se reproducen las quejas militares por el equipamiento. Sobre todo si los recortes presupuestarios que hoy mismo anunciará el Gabinete provocan problemas a las Fuerzas Armadas.

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Cameron viajó a Afganistán hace 11 días, a sabiendas de que se acercaba la fatídica baja número 300. "Nuestras fuerzas no estarán en Afganistán ni un día más de lo necesario y quiero que vuelvan a casa en cuanto la seguridad lo permita", dijo entonces. Ayer, el primer ministro británico invitó "a todo el país a reflexionar sobre el increíble servicio y sacrificio y dedicación de nuestras Fuerzas Armadas". "Estamos pagando un alto precio para mantener nuestro país seguro, por hacer del mundo un lugar más seguro y debemos seguir preguntándonos por qué estamos allí y cuánto tiempo tenemos que seguir", añadió.

De las 300 bajas británicas, 266 han ocurrido por ataques enemigos y 34 por accidentes o enfermedades. EE UU ha perdido en Afganistán a 1.115 de sus 100.000 soldados y Canadá a 147 de 2.800.

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