Zapatero comunica a su núcleo duro que no planea una crisis de Gobierno

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero comunicó ayer en La Moncloa a sus tres vicepresidentes -María Teresa Fernández de la Vega, Elena Salgado y Manuel Chaves-, y a algún otro ministro del núcleo duro del Ejecutivo, que no pretende realizar ninguna remodelación de su equipo gubernamental a corto plazo. Es decir, según fuentes gubernamentales de La Moncloa y casi literalmente, "que no tiene planeado un cambio de Gobierno".

Zapatero se ha visto forzado a realizar esa inusual aclaración interna ayer tras los habituales maitines, que luego desde su equipo se comunicó por la tarde a varios medios de comunicación, ante los insistentes rumores y especulaciones sobre una crisis inminente que podría afectar a varios ministros. Pero también para zanjar la sensación de parálisis en muchos departamentos perjudicados por esos rumores.

El presidente aprovechó esa cita bilateral de ayer con los principales dirigentes del Gobierno y del PSOE para reafirmar que la composición de su Gabinete es de "su exclusiva responsabilidad".

Zapatero añadió, además, en esa al parecer breve intervención, que su objetivo político central en estos momentos es encauzar las reformas estructurales pendientes con este equipo y evitar distraerse en otros asuntos. Este aviso de ayer a sus principales colaboradores confirma lo que en el entorno del presidente se comentó a EL PAÍS recientemente: "No quiero distraerme ni distraer a la opinión pública con un cambio de Gobierno".

Pero de este modo Zapatero sí sale al paso de las especulaciones producidas desde hace varias semanas. Algunas de esas informaciones aventuraban que Zapatero pensaba reforzarse con la incorporación de políticos veteranos, lo que algunos barones definen como de "perfil más felipista".

Pero la hoja de ruta de Zapatero está ahora centrada en las reformas estructurales. En primer lugar, hoy mismo se convalidará en el Congreso el decreto ley de reforma laboral que empezará a tramitarse entre junio y julio como proyecto de ley. Entre finales de junio y primeros de julio, pretende culminar la reforma del sistema financiero con la fusión de las cajas de ahorros y la puesta en marcha de la Ley de Cajas. En la misma línea iniciará antes de las vacaciones la reforma del sistema de pensiones para acercar la edad de jubilación real con la oficial, establecida en 65 años.

Ante la fuerte presión de los medios y de amplios sectores de su propio partido en las últimas semanas, para un cambio de Gobierno, Zapatero ha manifestado a su entorno que una remodelación de su Gabinete no solucionaría el desgaste que sufre su equipo porque la causa está en la crisis económica. "Un nuevo ataque de los mercados como los que ha sufrido la economía española recientemente quemaría a cualquier nuevo equipo que el presidente pudiera constituir en estos momentos", señalan fuentes cercanas a Zapatero.

El que Zapatero pretenda atravesar con su actual equipo esta etapa de encauzamiento de grandes reformas no descarta que esa crisis de Gobierno se ejecute en otro momento.