El alcalde de El Ejido sale de la cárcel tras pagar 300.000 euros de fianza
Juan Enciso, imputado por malversar 150 millones, vuelve al sillón de regidor
Juan Enciso Ruiz, el Chato, abandonó ayer a las 20.15 la prisión granadina de Albolote, donde ha pasado los últimos ocho meses, y volverá hoy o mañana a su despacho de alcalde de El Ejido (Almería), la ciudad de cuyas arcas públicas supuestamente malversó, junto con otros, 150 millones de euros. Tras conocerse la noticia de su liberación -previo pago de 300.000 euros de fianza- algunos vecinos de la ciudad-invernadero lanzaron cohetes al cielo para celebrarlo. Los concejales del Partido de Almería (PAL), formación que perfectamente podría llamarse Movimiento Encisista, saludaron la vuelta a casa de su líder y fundador, a quien calificaron sin sonrojo de "rehén".
El 20 de octubre de 2009, agentes del Cuerpo Nacional de Policía irrumpieron en la Plaza Mayor de El Ejido, un feo cuadrado de mármol blanco donde se ubican los principales centros de poder de la ciudad: el Ayuntamiento, la sede del PAL y la empresa mixta Elsur. Se iniciaba la Operación Poniente, que empezó con 20 detenidos y acumula ya al menos 30 imputados. Los investigadores pusieron su foco principal en Elsur. Esta sociedad, participada en un 30% por el Ayuntamiento y en un 70% por una filial de Abengoa, se encarga de los servicios básicos municipales, como aguas, alumbrado, red viaria o parques y jardines, y supuestamente fue objeto del mayor desfalco.
Algunos vecinos celebraron su liberación lanzando cohetes
Según la investigación, Elsur subcontrataba obras a socios de Enciso, entre ellos el propio ex director de explotaciones de la compañía, José Amate. Las facturas que presentaban estos socios iban infladas hasta lo grotesco. Uno de los ejemplos más conocidos es la reparación, por 2.100 euros, de una simple baldosa de la Plaza Mayor. O los 3.000 euros que costó cambiar una bombilla. Supuestamente, la plusvalía por las facturas falsas de Elsur, empresa que suponía el 40% del presupuesto ejidense, acababa en los bolsillos de los principales imputados. La deuda de El Ejido, municipio con los impuestos más altos de la provincia, es de 222 millones de euros y en marzo tuvo que pedir un préstamo de 103 millones.
Enciso está imputado por tráfico de influencias, blanqueo, cohecho, malversación de caudales públicos y falsedad documental. En la puerta de la prisión le esperaban unas 40 personas, entre ellas el alcalde en funciones, Ignacio Berenguel, también imputado, y el secretario general del PAL, José Añez, informa Valme Cortés. Además de la fianza, la juez instructora del caso Poniente, Montserrat Peña, le ha prohibido salir de España y le ordena presentarse cada semana en el juzgado.
En una comparecencia sin preguntas, como todas las que han tenido que ver con esta trama de corrupción, Añez afirmó que los partidos de la oposición "tomaron a Enciso como rehén para arañar unos votos". Añez es la mano derecha del regidor desde que ambos intentaron el asalto a la dirección provincial del PP, partido en el que militaron hasta 2005. Tras fracasar en el intento, fundaron el PAL, partido desde el que Enciso, empresario agrícola de profesión y alcalde desde 1991, ejerce un populismo autoritario parecido al del fallecido Jesús Gil en Marbella. Antes de la Operación Poniente, Enciso ya había cubierto de oprobio a El Ejido ante todo el mundo con los sucesos racistas de febrero de 2000. Esos días sus exabruptos -"a las ocho de la mañana todos los inmigrantes son pocos; a las ocho de la tarde sobran todos"- se hicieron célebres. Sin embargo, su popularidad no hizo más que crecer y encadenó una mayoría absoluta tras otra.
El PSOE, partido que pactó con el PAL en la Diputación de Almería, pidió a Enciso que dimitiera. "Si tanto quiere a su pueblo, debería marcharse y ocuparse de su defensa", afirmó la portavoz local socialista, Guadalupe Fernández. El PP e IU también le pidieron la renuncia.
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