Jimmy Dean, cantante de 'country' y empresario de éxito

Jimmy Dean, que murió el domingo a los 81 años en su rancho de Virginia, era la expresión del gran sueño americano: el hombre hecho a sí mismo. Si su canción más famosa, Big Bad John, le convirtió en 1961 en una estrella del country, su empresa de salchichas, fundada en 1969, le hizo millonario. De hecho, aunque este año había entrado en el Country Hall of Fame, para muchos estadounidenses a partir de la cuarentena, Dean es una estrella de la televisión de su infancia y el nombre de las salchichas de su desayuno.

La dickensiana historia de Jimmy Dean comienza a finales de la Gran Depresión. Nace en 1928 en un hogar pobre de Plainview, Tejas. Su padre había abandonado a su familia y él empezó a interesarse por la música en los servicios de la iglesia baptista a los que acudía con su madre, que fue quien le enseñó los rudimentos del piano. El joven Jimmy aprendió de forma autodidacta a tocar el acordeón y la armónica.

Se ve obligado a dejar el colegio para ayudar a su madre a sacar adelante a la familia y se alista en la fuerza aérea. A finales de los cuarenta empieza a actuar en locales cercanos a la base militar de Bolling, en los alrededores de Washington DC, donde su unidad estaba acuartelada. Se hace un nombre y decide dedicarse profesionalmente a la música con su banda, The Texas Wildcats. Con bastante fortuna: a principios de los cincuenta tiene su primer éxito a nivel nacional, Bummin' around y durante toda esa década Dean asienta su reputación como cantante country a base de giras y grabaciones.

En 1961 edita su canción más conocida, Big Bad John, la historia de un minero que salva a sus compañeros cuando el techo de la galería se hunde, un tema que él aseguraba haber compuesto en dos horas. Se convierte en un enorme éxito, y lo aprovecha para hacerse un lugar en la televisión con su propio programa de variedades, The Jimmy Dean Show, en la CBS y después en la ABC. Es su gran momento. Consigue cosas inusuales para un artista de country: conciertos en el Carnegie Hall y el Hollywood Bowl. Según el New York Times, fue el primer músico vaquero en actuar en Las Vegas Strip. Hace sus pinitos en el cine, que llegarán al cénit con un papel en el clásico de la franquicia James Bond, Diamantes para la eternidad.

Pero Dean nunca confió del todo en el show business. Había visto a demasiada gente enriquecerse y arruinarse y no quería que a él le pasase lo mismo. En 1969, compra una fábrica de empaquetado de alimentos en su ciudad natal y funda Jimmy Dean Meat Co, con su hermano Don. A los seis meses la empresa ya era rentable; con el tiempo se convertiría en un emporio que en 1984 vendió a Sara Lee, un enorme conglomerado de productos que van de la alimentación a los insecticidas. Continuó trabajando como portavoz hasta 2003, año en el que se enfrentó públicamente a la multinacional acusándola de retirarle por considerarle viejo. Esa fue prácticamente la última vez que Jimmy Dean apareció en los medios de comunicación. Vivía con su segunda esposa en su rancho virginiano, cuyo edificio principal sufrió un incendio en 2009, llevándose el fuego la mayoría de sus recuerdos, apenas pudo salvar el Grammy que ganó con Big Bad John. Los Dean escaparon ilesos, reconstruyeron su hogar en el mismo lugar y allí le sobrevino la muerte a Jimmy Dean, aparentemente por causas naturales, mientras cenaba viendo la televisión.