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El mundo del arte toma aire con la feria de Basilea

La cita de galerías más relevante abre hoy a los coleccionistas - La expectativa es que el mercado se reactive

Un aperitivo tan variado y suculento como una cena en elBulli. Cincuenta y seis piezas realizadas por artistas contemporáneos que, en algunos casos, expanden los límites de las artes visuales. Art Basel, la feria de galerías más importante del mundo, abre hoy sus puertas a coleccionistas de todo el mundo. Llegan ansiosos a pesar de la pavorosa crisis y de los planes de reajuste que sobrevuelan toda Europa. Ayer ya se palpaba la expectación durante la inauguración de Art Unlimited, la muestra que anualmente reúne obras de grandes dimensiones o instalaciones de formatos que superan los espacios de las galerías, en el edificio aledaño. Más de dos mil invitados exclusivos hacían cola con sus copas de champán en la mano, ante las instalaciones a puerta cerrada o esculturas penetrables como la larga membrana neumática (120 metros) del español Sergio Prego, titulada Ikurriña quarter.

Simon Lamunière: "Se vuelve a sentir la tensión de años anteriores"

Son piezas dignas de museos o de colecciones ambiciosas, entre las que este año se percibe mayor número de vídeos. Quizá haya también menos concesiones al espectáculo que hace tres años -cuando todavía no se olía la crisis-, pero artistas como el chino Zhang Huan y su gigantesca esfinge de piel de buey y rostro humano (Héroe Nº 1) o los tubos blancos amontonados del alemán Michael Butler encuentran aquí un espacio y amplitud privilegiados.

"Si el año pasado se notó en algo el desánimo, de momento constatamos que la asistencia de coleccionistas, comisarios y gente relacionada con los museos parece mayor", comentaba ayer el comisario de Art Unlimited, el suizo Simon Lamunière. "En esta edición se vuelve a sentir la tensión de años anteriores, hay galerías que han arriesgado más con piezas como las que vemos en esta muestra, aunque otras se han mostrado más prudentes".

El vídeo sigue demostrando su potencial como medio de expresión. Quizá la obra más ambiciosa de esta muestra sea la del norteamericano Doug Aitken, titulada Frontier (2009). Proyectada en las cuatro paredes de una gran estructura arquitectónica, es una película protagonizada por otro artista, Ed Ruscha, en una serie de episodios que hablan de cambios radicales en los escenarios de la existencia.

Hay una pulsión que acerca cada vez más las artes plásticas al cine. La veterana directora belga Agnès Varda ha levantado una cabaña con palos, lonas viejas y sillas de playa baratas sobre un espacio cubierto de arena. Dentro de la cabaña que, según ella, recuerda a las construidas por los pescadores de hace medio siglo en el Mediterráneo, se proyecta un filme a modo de un pequeño teatro.

Los vídeos exploran y superan las formas de algo cercano a lo documental, como los de Harum Farocki sobre fabricantes de ladrillos (contrapone lo artesanal y lo industrial) o el trabajo de los suizos Frédéric Moser y Philippe Schwinger, que reflexionan sobre la guerra de Irak contraponiéndola a la masacre de My Lai, en Vietnam, en 1971; otros dan muestra de acciones, como la performance erótica de una mujer con una guitarra eléctrica, del norteamericano Christian Marclay, o crean fantasías como la de una pompa de jabón que va inspeccionando todas las habitaciones de una casa vacía, de los brasileños Rivanne Neuenschwander y Cao Guimaraes.

Además de la obra de Prego, hay otros dos trabajos de artistas españoles. Alicia Framis presenta los objetos y el vídeo de su performance Lost astronaut, en el que la artista se mueve por calles y diversos locales de Nueva York vestida con traje de astronauta, y Dora García, que hace un homenaje a los "hombres que ha amado", como J. G. Ballard, Bertolt Brecht, Robert Altman, Peter Handke o Lenny Bruce.

Pero también hay sitio para piezas de artistas históricos, un gran laberinto de tubos de cartón, de Pistoletto, o la poética Linterna mágica (1990) del recientemente desaparecido Sigmar Polke, con una preciosa serie de las escasas pinturas que se pueden ver en esta muestra, porque Art Basel es un termómetro del mercado del arte y estos son valores seguros.

El comportamiento de este mercado en la crisis se podrá medir en los próximos días -hasta el domingo 20-, durante los que mostrarán sus mejores obras más de 300 galerías de 37 países.

<i>Figure Firearm study, </i>de Shuan Cladwell, y abajo, <i>Pipeline Field</i>, de Michael Butler.
Figure Firearm study, de Shuan Cladwell, y abajo, Pipeline Field, de Michael Butler.RODRIGO CARRIZO COUTO
<i>Pipeline Field</i>, de Michael Butler
Pipeline Field, de Michael ButlerRODRIGO CARRIZO COUTO

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