"Si va mal, devolveremos competencias"
Las cuentas municipales andan embrolladas, pero el alcalde de Tarragona, el socialista Josep Fèlix Ballesteros, guarda un as en la manga. Confía en un pacto con el Gobierno central para dar un trato diferencial a los ayuntamientos con cuentas saneadas, entre los que se incluye, dado el 0,8% de déficit que registró el Consistorio en 2009. "No queremos ser iguales a todos porque es injusto: tenemos capacidad para afrontar créditos", subraya.
Y si esa modificación no llega, Ballesteros augura una suerte de rebelión municipal. "Hay consenso entre los ayuntamientos catalanes: dejaremos de realizar las competencias que nos son impropias", subraya. Se refiere a inversiones realizadas en materia de salud, educación y cultura, como la construcción de bibliotecas o la prestación de servicios de dependencia. "Suponen una media del 30% del presupuesto de cada municipio. Las hemos ido asumiendo por optimismo o candidez y ahora las devolveremos", advierte.
Eso sí, será el último recurso en caso de que fracase todo lo demás. "Sería, si todo fracasa, la última bala, porque supone cierta insumisión de los ayuntamientos", admite el alcalde de Tarragona.
