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Salud culpa de la muerte de una embarazada a la negligencia de una clínica

El marido de la embarazada se sintió engañado por el personal de la Aliança

La muerte de María Jesús Pérez, de 36 años, madre de una niña de 22 meses y que se disponía a dar a luz a su segundo hijo en la clínica Terres de Ponent, de la Aliança (Lleida), era evitable y se debió a una larga cadena de negligencias del centro. Así lo concluye la investigación del Departamento de Salud, que, en un informe de cinco páginas, destaca hasta 10 presuntas irregularidades graves de la clínica.

La mujer, que se encontraba en la semana 22 de gestación, acudió con su marido al centro tras sufrir unas pérdidas de sangre. La ginecóloga que llevaba su embarazo creyó conveniente ingresarla para tenerla en observación y someterla a diversos controles, pero al sexto día su estado empeoró de forma inesperada, y presentó un cuadro de fiebre alta. Mientras los facultativos decidían sobre la conveniencia de provocarle el parto, una analítica reveló que el feto ya estaba muerto. Fue entonces cuando decidieron trasladarla urgentemente al hospital Arnau de Vilanova (Lleida), donde ya no pudieron hacer nada por salvarle la vida.

La asistencia en Terres de Ponent fue muy deficiente, según el Gobierno catalán, ya que la "falta de controles y precauciones exigibles a su actividad y nivel asistencial" perjudicaron a la paciente hasta el punto de poner en riesgo su vida. Las deficiencias observadas, sigue el informe de Salud, "en algunos casos pueden repercutir sobre la asistencia con resultado muy perjudicial, incluso de muerte". Si al final del procedimiento abierto se comprueba que la clínica cometió una infracción "muy grave", Terres de Ponent podría recibir una sanción de entre 15.000 y 601.000 euros.El centro sanitario, por ejemplo, no disponía de la historia clínica de seguimiento del embarazo en la unidad de consultas externas. Tampoco había incluido en el expediente médico datos tan importantes como los antecedentes fisiológicos, patológicos y familiares de la paciente. El informe de Salud también destaca que no se había hecho una evaluación del nivel de riesgo del embarazo y que en los informes médicos faltaban datos relevantes sobre el curso clínico de la mujer, así como los nombres de los profesionales que intervinieron en la asistencia. Otras de las deficiencias detectadas son la ausencia de las hojas de consentimiento informado para la anestesia y el parto, la falta de evaluación de pruebas diagnósticas y la inexistencia de anotaciones sobre el seguimiento y la monitorización durante el proceso de inducción del parto.

Según consta en el registro de centros de Salud, esta clínica, que pertenece a la red de hospitales públicos de Cataluña de nivel 1, no dispone de unidad de cuidados intensivos ni de neonatología.

Ramon Figueras, el marido de la fallecida, ha manifestado que, con independencia del proceso abierto por Salud, estudia la posibilidad de emprender acciones judiciales por la vía penal contra la clínica, por considerar que hubo negligencia en la asistencia que recibió su esposa. "En aquel momento me sentí engañado porque la información que me dieron no tenía nada que ver con lo que realmente había pasado. Nunca se nos informó de la existencia de un riesgo en el embarazo. Lo único que me dijeron es que habían hecho todo lo posible y que todo se había hecho bien, pero luego compruebas que no fue así", explicó ayer.

Figueras está muy dolido con la actuación del personal médico porque considera que en aquel momento no actuó con la diligencia y rapidez que requería el estado de su mujer. "Incluso cuando la evacuaron al Arnau de Vilanova y sabiendo que los últimos análisis eran alarmantes", relata, "me dijeron que estuviera tranquilo porque solo iban a hacerle una transfusión de sangre porque le faltaban plaquetas. En ese momento mi mujer se estaba muriendo y, por lo que me dijeron, yo pensaba que no pasaba nada. Esperar la evolución fue contraproducente, ya que todo fue de mal en peor. Creo que no hubo un seguimiento correcto y cuidadoso, y si sabían que no tenían medios suficientes, la tendrían que haber derivado a otro centro, como hicieron cuando ya era demasiado tarde".

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