Cultura carece de cualquier informe de Kataia sobre los contratos que recibió

Cultura ha confirmado que no tiene constancia de la existencia en sus archivos de ningún informe ni documentación realizada por la empresa Kataia Consulting, una de las sociedades claves en la red de supuesta corrupción que afecta al PNV alavés, el denominado caso De Miguel. La empresa, creada en 2005 y sin apenas actividad, es administrada por las esposas de tres de los imputados en la causa, entre ellas la mujer del ex diputado foral alavés Alfredo de Miguel.

La consejería firmó en 2007, cuando la dirigía Miren Azkarate, tres contratos con Kataia por un total de 34.075 euros. Ninguno superó el umbral de los 12.020 euros a partir del cual es preciso convocar un concurso.

Los contratos se destinaban a "la grabación y análisis" de los participantes en el programa de Juventud Vasca Cooperante entre 2004 y 2006, el diseño y montaje de un pabellón en una feria murciana y un curso para promover el voluntariado. El importe del primero se elevó a 11.890 euros, mientras que el segundo supuso para la empresa recibir 11.165 euros y el tercero se elevaba a 11.020. Sobre ninguno de ellos consta en el departamento el menor informe que haya realizado la empresa relativo a sus resultados, según ha reconocido su actual titular, Blanca Urgell, en respuesta a una pregunta del parlamentario popular Carmelo Barrio.

"Es un escándalo. Por lo menos deberían figurar las grabaciones hechas a los jóvenes cooperantes o una simple foto del pabellón que se instaó en la feria de Murcia, pero no hay nada. Es tremendo", declaró ayer Barrio a EL PAÍS.

En la causa está imputado el ex viceconsejero de Cultura Gurutz Larrañaga. Durante la pasada legislatura su departamento también concedió varios contratos a otras dos empresas que han surgido en la investigación de la trama de supuesta corrupción: Errexal y Ortzi Muga. Ambas tienen como administrador único a Iñaki San Juan Bilbao, un veterano militante del PNV de Vizcaya, muy vinculado a su sector soberanista. Errexal, que comparte su sede con Kataia en una sociedad gastronómica vitoriana, recibió al menos 16 contratos de la consejería. La mayoría de las adjudicaciones a estas dos firmas provinieron de la Dirección de Juventud cuando estaba a su frente Xabier Sánchez Robles.