La caja negra no prueba que Kaczynski ordenara aterrizar
El Gobierno polaco difunde las cintas del avión siniestrado
Los pilotos del avión polaco que se estrelló el 10 de abril cuando se disponía a aterrizar en Rusia, con el presidente Lech Kaczynski y una docena de altos cargos políticos y militares del país, recibieron al menos una docena de advertencias de los sistemas del aparato para que recuperaran altitud y no tomaran tierra, según la transcripción de las grabaciones de la caja negra del avión publicada ayer por el Gobierno polaco. Las cintas no prueban que Kaczynski presionara a los pilotos para que aterrizaran pese a la intensa niebla, como se había especulado.
Las grabaciones recogen los gritos de la tripulación, minutos antes de que el avión se estrellara. En ese accidente murieron 96 personas. El próximo 20 de junio se celebran elecciones para elegir al futuro presidente.
"Intentaremos acercarnos, dar la vuelta y bajar", dice un piloto
La mayor parte de las grabaciones es "ininteligible", aunque sí se recogen con claridad los últimos instantes, cuando el ala del avión se golpea con la copa de los árboles y se escucha una maldición desesperada. Las grabaciones también revelan que durante los dos últimos minutos de vuelo del Tupolev 154M el sistema de alerta de obstáculos terrestres (TAWS) indicó en repetidas ocasiones la necesidad de elevar el aparato para evitar una colisión inminente.
Según las transcripciones, el jefe de protocolo del ministerio de Exteriores polaco, Mariusz Kazan, fue una de las dos personas que estuvieron presentes en la cabina del Tupolev 154M, tal como se especulaba, junto con el general en jefe de la Fuerza Aérea polaca, Andrzej Blazik, cuya presencia en la cabina ya era conocida.
"Señor director [en referencia a Mariusz Kazan], ha aparecido la niebla y en estas condiciones no podemos aterrizar, intentaremos acercarnos, dar la vuelta y bajar, pero lo más probable es que no lo logremos", dice uno de los pilotos, posiblemente el capitán Arkadiusz Protasiuk, unos 15 minutos antes de la colisión.
El director de protocolo se muestra inquieto ante esta noticias, y reconoce: "Tenemos un problema", para preguntar qué se puede hacer en esas condiciones. "El combustible... no tenemos suficiente para...", responde el mismo piloto antes de que el sonido se vuelva ininteligible, para después continuar explicando que se puede "intentar media hora y, si no, vamos a otro aeropurto, el de Minsk [Bielorrusia] o el de Witebsk [Rusia]".
Los ocupantes del avión Tup-154M, con el presidente de Polonia, Lech Kaczynski, al frente, se dirigían a Katyn (Smolensk, Rusia), donde tenían previsto asistir a la ceremonia en recuerdo de los más de 20.000 oficiales polacos asesinados en ese lugar en 1940 por orden de Stalin.
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