Caixa Girona busca un 'guiño'

Caixa Girona ha expresado su deseo de blindar una parte de la inversión de la Obra Social de La Caixa para las comarcas gerundenses cuando sea absorbida por la primera caja española. La entidad que preside Manel Serra y dirige Jordi Blanch aspira también a que la Diputación de Girona, que es su fundadora y que con la absorción está destinada a abandonar los órganos de gobierno, acabe regresando más adelante a la asamblea general de La Caixa.

Así lo explicaron ayer fuentes al tanto de las conversaciones, durante las que la caja gerundense intenta arañar alguna concesión que le dé cierta visibilidad cuando una entidad financiera más de 30 veces más grande se la quede. La Caixa, que preside Isidre Fainé, se ha avenido a integrar a su pequeña competidora -a falta de completar el análisis de las tripas contables de Girona- a petición del Banco de España, pero también es consciente de la "sensibilidad" con que debe andarse en esta operación. El arraigo de la entidad en las comarcas gerundenses, donde las duplicidades de la red de oficinas son importantes, es conocido. Y la búsqueda de su representatividad, junto al protagonismo de la Diputación de Girona, fueron factores que acabaron haciendo descolgar a la caja del proyecto Unnim.

Ambas partes exploran "fórmulas" que permitan plasmar algún guiño al territorio, como la posibilidad de mantener la Fundación Caixa Girona. Este escenario topa con la dificultad de que su nombre debe coincidir con la denominación de la caja dueña de la fundación, y la marca será La Caixa y no Caixa Girona. Sí tiene visos de acordarse la creación de un consejo territorial que decida sobre la obra social en su zona.

La Obra Social de Caixa Girona se lleva cinco millones de euros este año y está muy centrada en proyectos culturales surgidos en su territorio. La Caixa, cuyo presupuesto asciende a 500 millones, ha dado un giro para potenciar las actividades sociales y asistenciales, que han ganado peso frente a las culturales en el total.

Mañana lunes, a las 18.00 horas de la tarde, se reunirá el Consejo de Administración de Caixa Girona para informar y proponer la opción estratégica de integrarse en La Caixa. El presidente de la entidad, Manel Serra, avanzó el viernes que la propuesta que se expondrá será "buena".

Ayer, el director general de La Caixa, Juan María Nin, defendió la operación, sobre la que existe ya "un principo de acuerdo", como "buena para Cataluña y para La Caixa". Pero, sobre todo, Nin insistió en que la fusión será "excelente" para las comarcas de Girona, sobre todo para sus familias y empresas. En definitiva, para los clientes. Preguntado sobre los cierres de oficinas que se intuyen por las duplicidades, se limitó a calificar de "extraordinaria" la red comercial en Girona de la resultante.

La Caixa tiene 27.500 empleados; Caixa Girona, 1.130. Al margen de los recortes de las oficinas, se da por hecho que con la absorción se prescindirá del 20% de la plantilla que corresponde a los servicios centrales de Girona, unos 220 empleados. Los sindicatos esperan opciones de movilidad geográfica. La Caixa suele mostrarse cuidadosa al prescindir de personal y se espera que plantee prejubilaciones.

Si Nin habló del tema en Sitges, donde participó en la jornada anual del Círculo de Economía, en el mismo foro también aludió al tema el secretario general de CC OO de Cataluña, Joan Carles Gallego. Este reclamó que se mantengan los empleos y no se vean mermadas las condiciones laborales a resultas de la fusión. La plantilla de La Caixa tiene una remuneración media un 25% superior. Gallego aprovechó para insistir en que las cajas no deben perder su naturaleza jurídica a raíz de la reestructuración del sector y los cambios legales que la acompañarán.