Documentados 3.969 fusilamientos en una tapia de Granada
La Asociación de la Memoria Histórica pide que se proteja el paredón
El concejal socialista Juan Fernández Rosillo fue fusilado en agosto de 1936 en la tapia del cementerio católico de Granada. Como él, al menos 3.968 personas más perdieron la vida en ese paredón improvisado: una pared de ladrillo y yeso de 2,5 metros de altura que aún conserva los impactos de las balas. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) de Granada ha documentado esas muertes y ha solicitado a la Junta de Andalucía la dignificación del lugar, que se halla en el lateral del cementerio y es el único trozo que queda del muro original. Pide protección para la tapia y que los nombres de las víctimas consten para siempre en el interior del camposanto.
De 594 víctimas no hay nombres ni apellidos, solo el sexo y la edad
El único hijo de Rosillo que aún vive, Gabriel, tiene "la ilusión" de poder dignificar el nombre de su padre . Pese a sus 80 años, quiso acompañar a los historiadores al acto y recordó cómo su hermano mayor volvió a casa el día en que fusilaron a su padre sin haber podido entregar el cesto de la comida que diariamente le llevaba desde que fue detenido. Entonces sus hijos tenían 13, 10 y 7 años. La familia perdió también sus bienes: la vivienda y una imprenta que recuperaron años más tarde tras pagar una multa. De casa en casa y gracias al trabajo de modista de su madre, pudieron sobrevivir. Han sido muchos años de silencio, relata.
Los datos obtenidos en el Registro Civil, archivos locales y diligencias militares documentan las muertes. El autor del informe, Rafael Gil Bracero, historiador y vicepresidente de la ARMH de Granada, no descarta que sean más. La última es de 1956. Y de todas, 594 son desconocidas. Sin nombres ni apellidos, solo con referencias al sexo y la edad. "Ésas son también nuestras víctimas", apunta la presidenta de la asociación, Maribel Brenes.
El gobierno municipal, del PP, ha retirado la placa que colocaron el pasado verano familiares de las víctimas. La protección cultural es la vía que ahora plantea la asociación para reconocer a los fusilados. Gil Bracero considera "necesario" que la sociedad granadina haga "un esfuerzo" por dignificar el muro y que las personas en él fusiladas "puedan recuperar la paz que se les negó". Es una cuestión de "urgencia política", reconoce la Junta de Andalucía.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.