El Parlament investigará si el Palau financió a CDC
Iniciativa desea que comparezcan Millet y Felip Puig, y no descarta a Jordi Pujol
El Parlament cerrará el actual periodo de sesiones y este mandato de forma agitada: con una comisión de investigación sobre la presunta financiación irregular de Convergència Democràtica (CDC) a través del Palau. Tras varias semanas de incertidumbre, el Partit dels Socialistes (PSC) decidió ayer dar el paso y apoyar la comisión que promovía desde hace meses Iniciativa per Catalunya (ICV-EUIA) y desde el sábado Esquerra (ERC). El reglamento del Parlament fija que para que una comisión se constituya de forma automática debe ser respaldada por tres grupos parlamentarios.
CiU promovió hace meses la convulsa comisión sobre el incendio de Horta de Sant Joan y ahora es el tripartito el que toma el testigo impulsando otra a pocos meses de las elecciones. Las comisiones son públicas y en el estrado se oirá por primera vez a Fèlix Millet, el saqueador del Palau; a Gemma Montull, con sus comprometedoras libretas, y a dirigentes de CDC. En la lista de personas que pueden comparecer figuran desde Felip Puig, consejero de Política Territorial y Obras Públicas en 2003, hasta el propio Jordi Pujol.
La investigación del caso Palau revela que las aportaciones que recibía el Palau de la constructora Ferrovial -a la que CiU adjudicó grandes obras cuando estaba en la Generalitat- se asociaban presuntamente a donaciones a la fundación de CDC. Miquel Iceta, portavoz socialista, defendió así el paso que habían dado: "Hay una lluvia de informaciones e indicios que apuntan a un mal uso de las prerrogativas de un gobierno a favor de un partido". Anna Simó, de ERC, señaló que Cataluña puede estar a las puertas del caso más grave de financiación de un partido y Dolors Camats, de ICV, negó que la creación de la comisión sea "una revancha". "Se trata del desvío de fondos públicos a la fundación de un partido político", dijo.
El tripartito tuvo que hacer equilibrios porque hace apenas unos meses se opuso a la comisión del incendio de Horta de Sant Joan alegando que estaba bajo investigación judicial. Eso, sin embargo, no ha servido en esta ocasión. A CiU no la cogió de sorpresa la comisión. Al menos, intuía que el tripartito se guardaba ese cartucho en la recámara. "Creemos que es un error, pero no nos opondremos", dijo Artur Mas, presidente de CiU. "Pero dejadme decir una cosa: es bastante insólito que un gobierno investigue a la oposición". Mas replicó invitando al tripartito a incluir en esa comisión el caso Pretoria, que ha afectado, entre otros, al alcalde de Santa Coloma y a otros cargos socialistas, y el caso de los informes inútiles. "Que lo investiguen todo. Y si no es así, querrá decir que todo es una operación para dañar a un grupo político", avisó, y a continuación aseguró que no tiene nada que esconder.
Con las encuestas viento en popa, CiU interpretó que el tripartito solo aspira a frenar sus expectativas electorales. No lo vieron así los socios de gobierno, que consideran que Mas reaccionó activando el ventilador. Camats y Simó coincidieron en el diagnóstico: Mas no desmintió ninguna de las informaciones publicadas y no entrarán en el juego del y tú mas. "Que Mas no tenga miedo de la comisión y no active el ventilador", dijo Albert Rivera, de Ciutadans, que ya pidió en solitario en octubre la comisión del Palau.
El periodo de sesiones se acaba en julio, pero el tripartito cree que tiene tiempo de cerrar la investigación al acotarla a la presunta financiación de CDC, excluyendo el saqueo de la institución musical. El plan es que en la próxima junta de portavoces, el martes, se concrete la composición de la comisión (se apunta la posibilidad de que la presida el Partido Popular), su calendario (probablemente se reunirá dos veces por semana) y la relación de comparecientes, para que empiece a trabajar dentro de 15 días. ICV quiere dividir a los testigos en cinco bloques: las personas relacionadas con el Palau (léase Millet y Montull); los responsables de Catdem, la fundación de Convergència; los cargos de CiU entonces en el Gobierno, y las empresas de mercadotecnia vinculadas a las campañas de CiU, y en un quinto bloque, personas que han resultado salpicadas por el caso Palau, como Àngel Colom, fundador del PI, que recibió fondos de Millet, y Jaume Codina, el regidor de L'Ametlla que, supuestamente, recibía unos ingresos mensuales del Palau. Camats admitió que en su lista de comparecientes figura Felip Puig. Y hoy por hoy no descartan a nadie, ni a Jordi Pujol.
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