El Tesoro coloca con holgura 3.500 millones en bonos a 10 años

Alivio. Esa es la palabra que mejor define el resultado de la subasta de bonos a 10 años -obligaciones según su nombre oficial- que el Tesoro Público celebró ayer. La intención de Hacienda era captar entre 2.500 y 3.500 millones. La demanda superó con creces esta cifra. Llegó a 7.163 millones. Así que para el Tesoro fue cómodo colocar bonos por 3.521 millones, a un interés marginal del 4,074%.

La subasta de ayer atraía la atención de los mercados por la marcha de la celebrada el pasado martes. Entonces el Estado español no llegó a colocar los 6.500 millones que tenía previsto emitir en letras a cinco años. Ayer, en cambio, la demanda duplicó la oferta y el precio a pagar por la deuda (un interés del 4,045% de media) estuvo en línea con el que se pagaba en el mercado secundario.

"Es un resultado positivo", resume Miguel Arregui, de Analistas Financieros. La valoración de este experto se asienta tanto en las cifras como en el contexto en el que se celebró la subasta: unos mercados muy volátiles y "la poca sincronía" que transmite Europa a los mercados.

La crisis de deuda ha dificultado las emisiones de los países más afectados: Grecia, Portugal, Irlanda o España. Pero entre este cuarteto, España todavía no se ha visto en la obligación de suspender alguna subasta como han tenido que hacer Portugal o Irlanda. El Tesoro se vio ayer forzado a pagar unos intereses más altos que en la última subasta de bonos a 10 años (3,864% en marzo), pero menos que en la anterior (4,096% en enero). Además, el interés al que se colocan los nuevos bonos a 10 años es claramente inferior al que se pagaba por los que están venciendo, emitidos hace una década.

Pese al holgado resultado de la subasta, la prima de riesgo del bono español a 10 años volvió a crecer. La diferencia entre los títulos españoles y los alemanes (la referencia con los que se establece la prima de riesgo) aumentó hasta 136 puntos básicos.