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Reportaje:LIGA DE CAMPEONES | Recuerdos del Bayern y el Inter

"Cruyff nos volvió locos"

El Inter disputó su última final hace 38 años, contra el Ajax, y quienes la jugaron resaltan "la aplastante superioridad" del rival

Eleonora Giovio

"Cuando llegué aquí, el Inter era un equipo pequeñito de Champions, que tenía miedo a jugar, que no pasaba de los octavos... Ahora no sólo hemos ganado al mejor equipo del mundo, sino que nos lo hemos merecido". Lo dijo José Mourinho en San Siro tras derrotar (3-1) al Barça de Pep Guardiola.

El técnico portugués, que ayer se paseaba por el hotel de concentración en Madrid con una carpeta bajo el brazo buscando la sala de reuniones, ha conseguido devolver al Inter al escenario europeo. Y mañana, en el Bernabéu, disputará su cuarta final. A 1.400 kilómetros de Rotterdam, donde, hace ya 38 años, disputó la última. "Con la mala suerte de enfrentarnos al Ajax de Cruyff, que se convertiría poco después en el mejor Ajax de la historia... Había 80.000 espectadores y todos iban a muerte con ellos. Fue un infierno", recuerda Roberto Boninsegna, delantero histórico del Inter también conocido como Bonimba. En aquel equipo jugaban también Facchetti, Burgnich, Oriali, Mazzola... Perdieron por 2-0. Antes, en las semifinales, habían eliminado al Celtic por penaltis.

Oriali: "El marcaje fue triple y ni por esas. Todas las pelotas pasaban por sus pies"
Boninsegna: "Eran demasiado para nosotros. Estábamos predestinados a perder"
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"No hubo partido. Estábamos predestinados a perder. Nueve de los 11 del Ajax jugaban en la selección holandesa. Si hubiésemos jugado 100 veces contra ellos, habríamos perdido 105", bromea Boninsegna. "Cruyff nos volvió locos. Por grandeza, me recuerda a Messi; por capacidad de crear juego, a Xavi e Iniesta. Pero era devastador. Fue un jugador único por eso: era rápido, con un sprint y una progresión tremendos. Cogía la pelota y no había manera de volver a verla. Era un líder", añade Mauro Bellugi, defensa de aquel Inter. Cruyff marcó los dos goles de la final.

Fue un joven de 20 años el encargado de marcarle. Lele Oriali, 16 años, entre las categorías inferiores y el primer equipo, con la camiseta del Inter, del que ahora es responsable deportivo. Ese al que le dedicaron hasta una canción, Una vita de mediano, y que ahora luce pelo blanco. "Lamentablemente, nunca me olvidaré de aquella final. Fue la única que jugué. Perdimos y, encima, me tocó marcar a Cruyff. No consigo olvidarme de mi duelo con él y de la superioridad aplastante del Ajax. Ese equipo dio un aire nuevo al fútbol por su forma de jugar: a zona, con el pressing y tirando el fuera de juego. Era algo totalmente nuevo", recuerda Oriali, quien ve cierto parecido entre Messi y Cruyff. "Cuando Leo encara al rival con la pelota en el pie, da miedo. Cruyff era igual de imparable, pero más fuerte, más completo. Físicamente, no hay nadie como él. En la final de 1972 tenía 23 años y estaba en el pleno de su madurez. Dictaba el ritmo y el devenir del partido. Todas las pelotas pasaban por sus pies. Le marcábamos tres: yo al hombre y, dependiendo de la zona en la que se encontrara, venían dos compañeros a doblar el marcaje. Ni así...Tenía potencia, velocidad, técnica. Era tan rápido y tan bueno que no podías controlarle", analiza.

Y eso que, cuenta, Cruyff se le acercó al final del partido para decirle que no lo había hecho mal, que los dos goles los había marcado en jugadas a balón parado. "Conseguimos aguantar la primera parte sin pasar muchos apuros [Cruyff marcó en el minuto 47 y el 76]. Pero en la segunda llegaban por las bandas con una velocidad... El primer tanto lo encajé tras un choque con Oriali. Pedí la pelota, grité '¡mía!' y me quedé tirado. El segundo vino en un saque de esquina", explica Ivano Bordon, el portero del Inter.

"Creo que incluso jugando en un campo neutral habríamos perdido. El Ajax era demasiado para nosotros. El mister me dijo: 'Sal y haz lo que sabes hacer, marcar goles'. Pues lancé una pelota que rozó el palo y nada más..." recuerda Boninsegna. "Pocas veces he visto a un equipo jugar con tanta superioridad", reflexiona Oriali. "Quizás, el Milan de Sacchi, que imponía su juego en casa y fuera, y el Barça del año pasado", matiza a continuación.

Superado el Barça, al Inter de Mourinho le espera ahora el Bayern. Cruyff ya no juega al fútbol.

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Sobre la firma

Eleonora Giovio
Es redactora de sociedad especializada en abusos e igualdad. En su paso por la sección de deportes ha cubierto, entre otras cosas, dos Juegos Olímpicos. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS; ha sido colaboradora de Onda Cero y TVE. Licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Bolonia y Máster de EL PAÍS.

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